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Las siete mentes más brillantes de los negocios te dicen cómo dejar el trabajo
Dejar un trabajo nunca es sencillo ni agradable. Salvo que estés muy, muy harto y no puedas ver a tu jefe ni un minuto más. Si has llegado a ese punto sí, dimitir es un juego de niños. Este segundo caso, pese a ser enormemente liberador instantáneamente, no suele conducir a las reacciones más inteligentes: una persona inteligente sabe que la dimisión es un momento idóneo para construir puentes, no para destruirlos. Sea cual sea tu situación o nivel de hartazgo, dejar un trabajo con elegancia inteligencia y talento es siempre una inversión a largo plazo. Para orientarnos, recientemente LinkedIn preguntó a algunas de las mentes más brillantes de los negocios su mejor consejo para presentar la dimisión sin dejar reputación y oportunidades por el camino. Y en esta fotogalería te mostramos el resultado.
1. Richard Branson
Lo cierto es que Branson nunca ha tenido un jefe a quien decirle «¡Lo dejo!»; gajes del oficio de quien es emprendedor desde que tiene uso de razón. En cambio, a lo largo de su vida ha visto a cientos de empleados con talento abandonar Virgin para seguir creciendo profesionalmente. Y él asegura que, casualmente, quienes se marcharon de buenas maneras son los que más lejos han llegado. Y aquí llega su consejo: «explica tus razones, comparte tu visión de futuro y haz un esfuerzo por mantener el contacto. ¿Quién sabe lo que deparará el futuro? En lugar de destruir puentes, ¡constrúyelos!».
2. Suze Orman
«Cuando tu instinto te diga que es hora de marcharse, escúchalo», aconseja Orman. Y es que fue ese pálpito el que hizo que esta gurú de las finanzas personales abandonase su exitoso programa en la CNBC tras más de trece años y 638 episodios. «Hace más o menos un año algo comenzó a cambiar en mí. Me desperté una mañana y supe que había llegado la hora de terminar el Show de Suze Orman. Tomar esta decisión te sitúa en el asiento del conductor: si decides quedarte por las razones equivocadas, tu marcha no tendrá lugar bajo tus propios términos. Lo más inteligente es tomar la iniciativa y reconocer que necesitas moverte, cambiar, para no dejarlo con un sentimiento agridulce en el futuro y a marchas forzadas».
3. Robert Herjavec
«Yo lo veo así: dimitir no es perder, simplemente es cambiar de dirección», asegura el inversor del ‘Shark Tank’. «Lo importante es descubrir qué es aquello que se que te da bien, y normalmente las oportunidades no aparecen realmente hasta que has dejado tu anterior trabajo. Es lo que yo llamo una bendición disfrazada, una oportunidad para saltar a algo mucho mejor».
4. J.T. O’Donell
«Probablemente cuando acudas al despacho de tu jefe a comunicarle tu decisión de dimitir, hará lo posible por retenerte: mayores beneficios, aumentos de salario, mejora de condiciones y oportunidades increíbles serán el caramelo que te acercará a la nariz. Y aquí es cuando yo te digo que no lo hagas. No te quedes. Tienes que irte», aconseja la CEO del portal Careerrealism. «¿Por qué? Muy sencillo: si decides aceptar la contraoferta y quedarte tus colegas ya no te verán igual, tu renovado entusiasmo terminará decayendo y, en algún momento, terminarás marchándote de todos modos. Cuando tomes la decisión de irte, no vaciles ni des marcha atrás. Hazte cargo de tus decisiones y demuéstrate a ti mismo que el dinero no lo es todo».
5. Maynard Webb
El presidente de Yahoo asegura que solo ha sido despedido una vez; tenía trece años y limpiaba baños en un lugar llamado Mr. Donut. La experiencia le tocó hondo y le enseñó los pilares del arte de dimitir con elegancia (y bajo tus propias condiciones). «Tres consejos: primero, no pienses solo en el futuro, sino también en el presente. Asegúrate de avisar con antelación suficiente para no trastocar a los demás. Segundo, actúa siempre con profesionalidad y educación. Tercero, no dejes que nadie te haga creer que eres desleal: si tu compañía tiene ese pensamiento neandertal, guiado por el miedo y la culpabilidad, haces bien en irte».
6. James Altucher
«En realidad, yo no dimití como tal. Fue mucho peor», escribe el emprendedor. «Estaba en medio de una reunión aburridísima y me levanté para ir al baño. Entonces me despedí de la recepcionista, salí por la puerta sin recoger mis libros, ni mi chaqueta, bajé los 49 pisos en ascensor, me fui a la estación y cogí un tren que me llevó a 70 millas al norte. Nunca volví al trabajo». Altucher admite que su salida no fue la opción más ética, pero asegura que no se arrepiente de haber dejado un trabajo que no le llenaba ni satisfacía. «Lo importante es encontrar el verdadero sentido de tu vida, en lugar de los medios para conseguir un determinado objetivo financiero».
7. Robert Nardelli
El actual CEO de GE Transportation y GE Power Systems asegura que dejar General Electrics no fue una decisión fácil. Lo hizo todo con mucho cuidado, siguiendo una serie de máximas: «Lo primero es no huir ni tomar una decisión de la que vayas a arrepentirte después simplemente porque en ese momento te sientes disgustado o frustrado. Lo segundo es que tu nuevo trabajo debe ser siempre mejor que el que dejas atrás. Lo tercero, no dimitir hasta que no estés totalmente seguro que lo que quieres».
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