Latinoamérica ofrece ayudas por Covid-19 pero lejos de la renta básica propuesta por la ONU
Latinoamérica y el Caribe debería asegurar que todos sus habitantes tengan mínimo 5,5 dólares diarios durante la crisis por el coronavirus, según el plan de renta básica temporal propuesto por la ONU el jueves pasado, algo para lo cual no parece estar preparada esta región pese a algunos bonos y ayudas de emergencia.
Aunque es difícil implementar esa medida en uno de los epicentros de la pandemia (182.867 muertes y 4,35 millones de casos) y se trata de la región más desigual del mundo, algunos gobiernos e instituciones han puesto en marcha medidas que buscan mantener a flote a la población más vulnerables durante esta coyuntura.
– Unos amplían ayudas, otros las suspenden –
República Dominicana subió en marzo de 29 a 86 dólares mensuales el subsidio que ya daba a 2,3 millones de personas de escasos recursos y los empleados del sector privado con sueldo mínimo (206 dólares al mes) reciben un 70 % de esos ingresos, mientras el empleador les completa el salario.
Además, trabajadores informales reciben 86 dólares mensuales, medidas que el Gobierno prorrogó y recomendó continuar al Ejecutivo que tomará el poder el 16 de agosto.
Por su parte, Perú otorgó dos veces 220 dólares a miles de familias pobres y un bono del mismo valor a trabajadores independientes, pero las ayudas terminaron a comienzos de julio con el fin del confinamiento.
En Brasil, desde abril trabajadores informales, desempleados y población desfavorecida reciben 110 dólares y se analiza, entre varias opciones, que las 50 millones de personas con el subsidio de 36 dólares del programa Bolsa Familia, creado por el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva en 2003, pasen a recibir también 110 dólares.
– Trabajadores informales y pequeños comerciantes –
Desde mayo, Chile ayuda principalmente a trabajadores informales y mayores de 70 años con tres mensualidades que, tras una actualización en junio, otorga entre 104 y 126 dólares por persona dependiendo del tamaño de la familia, lo que beneficia al 80 % de los hogares más vulnerables.
Además da 634 dólares a quienes cobraban entre esa cifra y 1.900 dólares y perdieron más del 30 % de sus ingresos.
En Ecuador, donde ya existían ayudas para adultos mayores y personas con discapacidad, entre otros, desde abril hay un «bono de protección familiar» para pequeños comerciantes, agricultores, pescadores y artesanos, en principio para 400.000 familias, cifra duplicada cuando el Gobierno integró a 550.000 beneficiarios más para que cobraran los 120 dólares correspondientes a abril y mayo.
– Bonos alimentarios y créditos de ayuda –
En Argentina, que por la crisis económica que vive desde hace dos años da desde el primer semestre, entre otros, bonos alimentarios mensuales de 53 a 79 dólares para 1,5 millones de familias, el Gobierno incrementó esas ayudas y creó otras por la pandemia.
Por ejemplo, bonos mensuales de 132 dólares para desempleados y trabajadores informales, beneficio para el que calificaron 9 millones de personas y que, según cifras oficiales, evitó que entre 2,7 y 4,6 millones cayeran en la pobreza.
Ya en norteamérica, desde diciembre de 2018, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha impulsado ayudas de 50 dólares a ancianos, becas para estudiantes pobres y aprendices de hasta 110 dólares y apoyos a campesinos de 250 dólares, entre otras.
Pero aunque por la actual coyuntura se estima que más de 10 millones de mexicanos caerán en la pobreza, que afecta ya a más de 50 millones, el Gobierno hasta ahora solo ha prometido 3 millones de créditos de alrededor de 1.000 dólares a pequeños empresarios y trabajadores.
– Pasar de subsidios a ingreso mínimo de emergencia –
Adicional a programas previos para los más pobres como Familias en Acción, Colombia Mayor y Jóvenes en Acción, por el coronavirus el Gobierno de Iván Duque creó un subsidio de 47 dólares para 3 millones de familias, inicialmente por tres meses y extendido hasta junio de 2021.
Por otro lado, también en este país, 60 congresistas radicaron el 20 de julio un proyecto de «Renta Básica de Emergencia”, para transformar ese subsidio en uno prorrogable de un salario mínimo mensual (240 dólares) durante tres meses y medio salario mínimo por dos más para un 60 % de la población.
En marzo, la central sindical de Uruguay, el PIT-CNT, también propuso una renta básica transitoria de un salario mínimo mensual (760 dólares) para 310.000 hogares vulnerables, pero el Gobierno desestimó la idea por la situación económica del país.
– Continuando programas que se quedan cortos –
En Venezuela, el Ejecutivo de Nicolás Maduro entrega desde hace 3 años bonos en forma de dinero y alimentos a familias vulnerables, aunque apenas alcanzan los 2 dólares mensuales y están ligados al carnet de la patria, que la oposición denuncia es un censo paralelo para chantajear a la población.
Nicaragua, a su vez, apostó por un equilibrio entre economía y salud, sin cuarentenas o cierre de fronteras, y mantiene un subsidio a los usuarios del transporte urbano colectivo y a los hogares que consumen menos de 150 kilovatios al mes, algo que no impedirá que la pobreza pase de 28,2 % en 2019 a entre 32,2 % y 36,9 % en 2020 por la pandemia, según la no gubernamental Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides).
– En vilo por pulso político –
En Bolivia, el Gobierno interino propuso un Bono Salud por 72 dólares al mes, mientras que el Movimiento Al Socialismo (MAS), con mayoría parlamentaria, quiere un Bono contra el Hambre por 145 dólares mensuales, ideas todavía en estudio en medio del pulso político entre oficialismo y oposición.
Al igual que en el resto de la región, la propuesta de la ONU no ha generado ni debate ni respuesta alguna en Panamá, que ya había aprobado un bono para trabajadores suspendidos y buhoneros y artistas registrados por 80 dólares mensuales de abril a junio, suma que subió a 100 dólares en julio, aunque los sindicados piensan que es insuficiente y exigen que sea de 500 dólares, un salario mínimo promedio.
En Guatemala, el Gobierno también estableció ayudas durante los primeros tres meses de la pandemia para sectores específicos del país, donde un 59 % de la población vive en la pobreza, a lo que se suman más de 700.000 nuevos desempleados. La ONG Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi) sugirió en 2017 la renta básica universal a partir de 2019 y ha reiterado este año la idea, pero el Gobierno no la ha analizado.
Por último, Paraguay, a través del programa de asistencias Tekoporã, otorga sumas periódicas o bonos de alimentos a familias de bajos recursos.
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