Las profundas divisiones de la oposición venezolana salpicaron este jueves la mesa de negociación que se desarrolla en México con el gobierno de Nicolás Maduro, con acusaciones del dirigente radical Leopoldo López contra delegados opositores de jugar a favor de los «intereses» del presidente chavista.
Los señalamientos llegan una semana después de que una mayoría dentro de la oposición eliminara desde el 5 de enero el simbólico «gobierno interino» de Juan Guaidó en Venezuela, reconocido hace cuatro años por Estados Unidos y medio centenar de países en una fallida ofensiva por tomar el poder tras denunciar como «un fraude» la reelección de Maduro.
«Es una delegación que lamentablemente tiene personas que tienen un cable directo con la dictadura», comentó López, del ala más radical de la oposición y exiliado en España desde octubre de 2020, en una videoconferencia con corresponsales extranjeros.
Arremetió en particular contra los negociadores Tomás Guanipa y Luis Aquiles Moreno, miembros de dos de los partidos opositores que impulsaron el fin del «interinato», Primero Justicia (PJ) y Acción Democrática (AD), pero salvó de responsabilidad al jefe de la delegación, Gerardo Blyde.
Es «un hombre honesto, claro, comprometido, pero él tiene una delegación que está penetrada por los intereses de la dictadura», indicó el político de 51 años, que sin embargo descartó que su partido, Voluntad Popular (VP), se levante de la mesa. «No vamos a abandonar ningún espacio».
En las negociaciones de México, restablecidas en noviembre pasado después de 15 meses de parálisis, la oposición exige fijar una fecha para las próximas elecciones presidenciales, previstas en 2024, mientras que el gobierno pide el levantamiento de todas las sanciones internacionales que buscaban forzar la caída de Maduro.
Aún no hay fecha para una próxima reunión entre las partes.
«Siempre ha imperado el consenso»
«Debo expresar que todas las decisiones referidas al proceso de negociación se han tomado por consenso, luego de amplias y profundas discusiones internas», reaccionó Blyde en Twitter, sin mencionar a López.
«Ningún delegado ha tratado de imponer una visión o interés particular. Siempre ha imperado el consenso», insistió.
La AFP intentó, sin respuesta, contactar a Tomás Guanipa, quien se limitó a retuitear a Blyde.
La reelección de Maduro en 2018, en unas elecciones que la oposición boicoteó al tacharlas de fraudulentas, fue la base para crear el «gobierno interino».
Ahora, el grueso de la misma oposición ha dicho que sí participará en los nuevos comicios y anunció hace unos meses un acuerdo para elegir en primarias un candidato unitario.
«Para nosotros es el único camino para volver a construir el camino de la unidad», dijo López, que sostiene que otros dirigentes como los excandidatos presidenciales Henrique Capriles y Manuel Rosales, hoy gobernador del petrolero estado Zulia, intentan frenar el proceso en pro de escoger por consenso al adversario de Maduro.
«Nosotros no vamos a acompañar ninguna candidatura de consenso», expresó López, que negó tener intención de ser candidato en 2024.
El dirigente dejó Venezuela tras participar en un alzamiento de un grupo de militares el 30 de abril de 2019, durante el cual fue sorpresivamente liberado. Cumplía desde 2017 prisión domiciliaria.
La oposición pide además en México que se levanten las inhabilitaciones judiciales contra dirigentes que podrían ser candidatos.
«El que gane (las primarias), que esté habilitado para competir (en las presidenciales), que no se plantee: habilítame a este, habilítame al otro», expresó López.
En la última reunión de México, en noviembre, las partes firmaron un acuerdo para liberar 3.000 millones de dólares bloqueados por sanciones contra Venezuela, a fin de usarlos en proyectos sociales, al que Estados Unidos respondió con una flexibilización de sanciones que permite al gigante energético Chevron operar en el país sudamericano.
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