El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, clamó por ayuda a su homólogo chino, Xi Jinping, al tiempo que invitó a empresarios de ese país a «aterrizar inversiones» en la industria petrolera en el marco de una «ley antibloqueo» con la que busca evadir sanciones de Estados Unidos.
«Pido la ayuda de China, pido la ayuda de Xi Jinping, pido la ayuda de (…)China con su experiencia científica, tecnológica, económica, y para que la ley antibloqueo sea la expresión de nuevas asociaciones y la recuperación definitiva de Venezuela», dijo Maduro durante un acto con inversores chinos.
Amparado por una «ley antibloqueo» que le otorga poderes extraordinarios para tomar decisiones en materia económica, Maduro dijo que su gobierno está «abierto» a «ampliar inversiones» a «todo nivel de la industria energética venezolana» con China, uno de sus aliados vitales, junto a Rusia, Turquía e Irán.
«Tenemos todas las condiciones para el desarrollo de las riquezas del país, para ampliar la inversión en petróleo, la joya de la corona que quieren los imperialistas del mundo, que quieren ponerle la mano a la más grande de las reservas probadas» de petróleo del mundo, señaló Maduro.
La producción petrolera en el país caribeño sufre la peor caída en siete décadas, pasando de 3,2 millones de barriles por día hace 12 años, a menos de 400.000 en la actualidad, algo que expertos atribuyen a malos manejos y corrupción.
La alicaída producción se combina con el descenso de la demanda por la pandemia de covid-19 y sanciones que recaen sobre la estatal petrolera PDVSA.
El mandatario, bajo cuya gestión Venezuela se sumió en la peor crisis de su historia reciente, afirmó que está dispuesto a «avanzar aceleradamente en las inversiones del oro, del hierro, acero, aluminio, en las inversiones de todas las riquezas, piedras preciosas».
Todo ello, dijo, amparado en la «ley antibloqueo» aprobada el pasado 8 de octubre por la chavista Asamblea Constituyente que rige en Venezuela, alegando que será un instrumento para «contrarrestar» sanciones estadounidenses.
«La ley antibloqueo lo permite todo, ¡hagámoslo!», afirmó Maduro, acompañado por el canciller chino en Venezuela, Li Baorong.
Washington, que considera «fraudulenta» la reelección de Maduro en mayo de 2018 y en su lugar reconoce como presidente encargado al jefe parlamentario Juan Guaidó, junto a medio centenar de países, lidera la presión internacional por un cambio de gobierno con sanciones financieras que incluyen un embargo petrolero vigente desde abril de 2019.
Al anunciar la próxima visita a China de una delegación encabezada por la vicepresidenta Delcy Rodríguez, Maduro también propuso «avanzar» en inversiones «en zonas vírgenes del mar caribe venezolano» destinadas a turistas chinos.
«Todo esto se lo estoy diciendo en una carta que muy pronto llevará a la China nuestra vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez, en una carta que le estoy escribiendo de todo corazón a mi hermano Xi Jinping», sostuvo.