Los dirigentes europeos redoblaron sus esfuerzos para levantar las reservas de los países llamados «frugales», así como de Hungría y Polonia, sobre su plan para superar los estragos del coronavirus, en una tercera jornada de discusiones sin solución a la vista.
«Hay mucha voluntad (…) pero es posible que no se obtenga ningún resultado inmediato», advirtió la canciller alemana, Angela Merkel, a su llegada a la sede del Consejo Europeo en Bruselas, calificando la jornada de «decisiva».
El presidente francés, Emmanuel Macron, un poco más optimista, consideró «todavía posible» llegar a un acuerdo, pero aseguró que no se hará «a costa de la ambición europea». «Nuestros países lo necesitan y la unidad de Europa lo necesita», subrayó.
Más de 50 horas después de su inicio, la discusión estaría en punto muerto. «No se trata ya de valorar una u otra [propuesta de negociación] sino de dilucidar si es realmente posible llegar a un acuerdo», según una fuente española.
A causa de la pandemia y el confinamiento, la economía mundial podría contraerse un 4,9% en 2020, una caída que aumenta hasta el 10,2% en la zona euro y hasta el 9,4% en América Latina y el Caribe, según el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Para salir de la mayor recesión de su historia, la Unión Europea (UE) debate un plan de 750.000 millones de euros (840.000 millones de dólares) que la Comisión Europea tomaría prestados en nombre de los 27, un hito en el proyecto europeo.
Pero los detalles de este plan no logran convencer a las naciones «frugales» adeptas del rigor fiscal —Países Bajos, Austria, Suecia y Dinamarca, a las que se sumó Finlandia—, que en el pasado ya se opusieron a emitir deuda común.
Un último intento en la madrugada del domingo para acercar posiciones se saldó con una reunión «muy dura» entre Merkel, Macron y el jefe del Consejo Europeo, Charles Michel, con los líderes de los países «frugales», según dos fuentes.
La jornada del domingo arrancó de nuevo con encuentros en grupos pequeños. El inicio de la cumbre se aplazó hasta las 16H00 (14h00 GMT) «como mínimo», según el vocero de Michel, quien, según una fuente europea, «probaría» la acogida de nuevas propuestas.
– Subsidios y préstamos –
Las posiciones con los «frugales», están alejadas respecto al monto total del plan, que querrían ver reducido; su reparto entre una mayoría de subsidios y en préstamos; y las condiciones de acceso, pidiendo un control más estricto de su uso.
El primer ministro holandés, Mark Rutte, que afronta en 2021 comicios legislativos en los que la extrema derecha amenaza ganar terreno, aparece como el más duro, al reclamar que el desembolso de las ayudas se acuerde por unanimidad de los 27.
Rutte busca aumentar la presión sobre los endeudados países del sur como España e Italia, los principales receptores del fondo, para que reformen sus economías, trayendo de vuelta el fantasma de la ‘troika’ de la pasada crisis de la deuda.
El plan inicial preveía que los países que quieran la ayuda deben presentar un plan de recuperación que tenga en cuenta las recomendaciones anuales de la Comisión y la transición ecológica y digital. Los 27 deberían aprobar por mayoría el desembolso.
En un gesto al holandés, Michel propuso el sábado un «superfreno de emergencia» que los países podrán activar si dudan sobre el uso de fondos por sus socios. Los líderes o sus ministros de Finanzas lo debatirían entonces «sin demora».
El jefe del Consejo planteó además reducir los subsidios, del medio billón de euros a los 450.000 millones, aumentando los préstamos en proporción, pero los frugales quieren un recorte mayor. París y Berlín rechazan menos de 400.000 millones.
– Estado de derecho –
«No creo que esta cumbre fracase por el dinero», si no por la oposición de Italia a la unanimidad de Rutte y por el apoyo de este último, y de la finlandesa Sanna Marin, a la propuesta sobre el Estado de derecho, según una fuente diplomática.
La cena de trabajo del sábado se consagró a la propuesta de Michel de vincular la concesión de fondos europeos al respeto del Estado de derecho, un plan que genera rechazo en Polonia y Hungría, en el punto de mira de Bruselas por esta cuestión.
«No sé cuál es la razón por la que el primer ministro holandés me odia», dijo a la prensa este domingo su par húngaro, Viktor Orban, advirtiendo que la propuesta de Michel no se resolvería en esta cumbre ya que «necesita tiempo» de negociación.
El debate sobre el fondo se suma al del Marco Financiero Plurianual 2021-2027, el primer presupuesto de la UE sin el Reino Unido. Los «frugales» abogan por reducir el monto de 1,074 billones de euros propuesto por el jefe del Consejo.