Los esfuerzos italianos para contener el nuevo coronavirus servirán a toda Europa

La movilización contra el nuevo coronavirus en Italia, el país más afectado de Europa y el tercero del mundo, «servirá a todos los países europeos», estimó Pier Luigi Lopalco, profesor de higiene y medicina preventiva en la universidad italiana de Pisa.

P: ¿Cómo evalúa la acción de las autoridades italianas frente al coronavirus? 

R: «Por el momento, se ha hecho el máximo esfuerzo. El nivel de atención es muy alto así como el cuidado. Es imposible hacer más en un contexto europeo, democrático, con derechos civiles (…) Ha sido lo máximo que se puede hacer. Algunos dicen que estamos haciendo demasiado: me parece difícil confirmarlo. Pero si no hacíamos nada, con seguridad la epidemia ya se hubiera extendido libremente por toda Europa. El esfuerzo que estamos haciendo sirve a todos los países europeos, a toda Europa».

P: ¿Por qué Lombardía (norte) es la región italiana más afectada? 

R: «Puede haber dos razones. En esa área, en primer lugar, hay muchísimas pequeñas y medianas empresas que tienen relaciones comerciales con China. Producen en China pero tienen su base comercial en el noreste de Italia, con muchos empleados que van y vuelven de China con frecuencia. La segunda razón es que Lombardía es una región extremadamente poblada, con una densidad de población comparable a la de Japón. Estos dos factores pueden haber contribuido a la propagación de la epidemia. Lo más probable es que la circulación del virus en Italia haya comenzado a finales de enero. Lo que hoy vemos se podría llamar la tercera generación de casos. El problema es que el primer caso fue probablemente sin síntomas o con pocos. Cuando aún la alarma no se había lanzado. Esa persona pudo haber tenido un poco de fiebre, pasado por muchas partes, infectado a dos o tres personas. Así nació el foco de la propagación de la epidemia».

P: ¿Qué opina de las críticas del primer ministro Giuseppe Conte a un hospital que manejó mal un caso al comienzo de la epidemia? 

R: «No sé si el primer ministro tiene más elementos en este sentido. Lo que puedo decir como experto en salud pública es que objetivamente, en una situación como la de enero-febrero, pleno invierno en Italia, con la epidemia de gripe y muchas personas llegando a la sala de emergencias por enfriamiento, era muy difícil identificar un caso como ese y aplicar los protocolos para el coronavirus, que son protocolos específicos».