El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se declaró este sábado victorioso ante lo que denunció como un nuevo intento de la oposición y Estados Unidos para derrocarlo, alentados por la caída de Evo Morales en Bolivia.
«Hemos tenido una nueva victoria, la victoria de la paz perfecta», expresó Maduro, al celebrar las «inmensas movilizaciones» del chavismo este sábado en rechazo al «golpe de Estado» contra su aliado Evo Morales.
Según el mandatario socialista, el jefe parlamentario Juan Guaidó, apoyado por Washington, buscaba derrocarlo con ocasión de una protesta de unos 5.000 opositores este sábado.
Maduro le habló vía telefónica, por altoparlantes, a miles de chavistas congregados en el centro de Caracas, tras la movilización encabezada por el considerado número dos del oficialismo, Diosdado Cabello.
«Ayer se volvieron locos (…), voceros enloquecidos desde Estados Unidos (diciendo) que había llegado la hora, que ellos hoy 16 iban a dar un golpe de Estado en Venezuela», indicó, refiriéndose a declaraciones de un alto funcionario y del Comando Sur de Estados Unidos.
Los oficialistas se concentraron para respaldar a Maduro y al boliviano Evo Morales, quien renunció tras 14 años en la presidencia en medio de violentas protestas que sumaron el respaldo de policías y militares, ante un supuesto fraude en las elecciones que le dieron un cuarto mandato.
«En Venezuela no da golpe de Estado nadie, aquí hay pueblo para defender la democracia, la libertad, (…) la revolución, que no se equivoquen», dijo el mandatario.
«Tenemos en la mano una gran victoria de la unión cívico-militar», remarcó Maduro, respaldado por la Fuerza Armada, a la que Guaidó, reconocido como presidente interino por medio centenar de países, pide ponerse del lado de la «democracia» y retirarle el apoyo al «dictador».