El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, se reunieron en Caracas para evaluar la situación en esta materia, tras una invitación del propio gobierno.
La reunión, efectuada en el palacio presidencial de Miraflores, fue de carácter privado y culminó sin declaraciones.
Imágenes del canal estatal VTV mostraron la llegada del Alto Comisionado al palacio presidencial donde fue recibido por el mandatario, su esposa Cilia Flores y el canciller Yván Gil.
Türk, por su parte, estuvo acompañado de varios representantes de la ONU en Venezuela.
La agenda de trabajo del Alto Comisionado ha incluido, desde su llegada el jueves, reuniones con ONGs, representantes de grupos de la sociedad civil y víctimas que insistieron en denunciar «violaciones sistemáticas».
Noventa ONGs pidieron «reforzar» el trabajo en la protección de derechos humanos.
Se «requiere alzar la voz, de manera pública y al más alto nivel (…) y reforzar el trabajo conjunto para prevenir y detener de forma definitiva las graves violaciones que continúan sucediendo en Venezuela de forma sistemática», dijeron las ONGs.
Las autoridades del gobierno, por su parte, insisten en denunciar el impacto de las sanciones económicas de Estados Unidos, y reiteraron su posición de trabajar bajo «el diálogo constructivo».
«En el marco de la visita del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, reiteramos nuestra posición para el diálogo constructivo bajo el respeto y protección de los derechos humanos de nuestro pueblo», dijo en Twitter el jefe del Parlamento, Jorge Rodríguez, tras un encuentro.
El Alto Comisionado también se reunió con el canciller; la vicepresidenta, Delcy Rodríguez; el ministro de Defensa, Vladimir Padrino.
Prevé salir del país el sábado, cuando se espera una declaración sobre su visita que se enmarca en «solidaridad, diálogo y acción».
La antecesora de Türk, la expresidenta chilena Michelle Bachelet, instaló en 2019 una comisión en Venezuela para vigilar y prestar asistencia en la situación de derechos humanos en medio de una ola de denuncias de víctimas de violaciones y torturas por parte de cuerpos de seguridad del Estado.
En su último informe en el cargo, Bachelet señaló que veía progresos en materia de derechos en Venezuela, aunque indicó que aún quedaba «más por hacer».
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