Mejorar servicio eléctrico pasa por segmentación de tarifas

No solo se trata de sincerar las tarifas eléctricas, fuertemente subsidiadas por el Estado venezolano, sino de segmentarlas para lograr un uso eficiente del servicio, soportado hoy en una infraestructura deteriorada por falta de mantenimiento en los últimos 10 años.

Los distintos servicios públicos del país presentan deficiencias que mantienen a sus habitantes pasando penurias. En el caso del suministro eléctrico, se cuenta con una capacidad de generación de más de 31.000 megavatios (entre hidroeléctrica y termoeléctrica), para una demanda estimada -porque no hay cifras oficiales- de 14.000 megavatios.

Tarifas rezagadas y una mala administración de la Corporación Eléctrica Nacional -creada en 2007 para centralizar las operaciones de todas las empresas públicas y privadas del sector tras su nacionalización-  han llevado al Sistema Eléctrico Nacional a niveles deplorables, después que Venezuela llegara a tener en los años 80 la central hidroeléctrico más grandes del mundo (Guri).

Los ingenieros Eduardo Páez-Pumar, Felipe Capozzolo y Juan Carlos Rodríguez participaron en el foro Hágase la luz, organizado por la Cámara de Caracas, en alianza con Consecomercio y Cedice Libertad, en el que expusieron la situación del sector eléctrico y sus posibles soluciones.

Los expertos coincidieron en que cualquier mejora del servicio pasa por un aumento en las tarifas, pero en función de una segmentación de acuerdo con el sector económico, zona de ubicación y horario, como se ha hecho en otros países en los que el servicio se presta de manera eficiente y al costo que permita mantener la calidad.

Hoy, la tarifa promedio del kilovatio/hora en Venezuela es de $0,001, cuando en Colombia es de $0,18 con 50% más de población que Venezuela y la mitad de la capacidad instalada de generación de energía.

El consumo de energía ha caído producto de la crisis económica. Cientos de empresas han bajado sus santamarías y miles del sector manufacturero trabajan en promedio a 25% de su capacidad, de acuerdo con reportes del gremio industrial, mientras que comercios reducen sus horarios por los diversas problemas derivado del colapso económico.

Capozzolo, segundo vicepresidente del Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio), indicó que el crecimiento de la economía de un país va ligado a la capacidad de servir electricidad.

«Los comerciantes no necesitamos electricidad barata ni gratuita, sino continua» para poder asegurar las operaciones, dijo durante su exposición sobre los efectos de los problemas de electricidad en el comercio.

Destacó la necesidad de crear conciencia para que se pague por el servicio y las autoridades trabajen en redistribuir las disponibilidades de la electricidad.

«Hay que ir hacia una sinceración de costos diferenciados», puntualizó.

Páez-Pumar, consultor y miembro de la Academia Nacional de Ingeniería y Hábitat, habló de la importancia de ello para poder recuperar la generación y puedan contratarse asociaciones públicas y privadas para la prestación del servicio.

La Ley Orgánica del Sistema y Servicio Eléctrico excluye la participación del sector privado, por lo que la Asamblea Nacional trabaja en una reforma a esa legislación, recordó Páez-Pumar.

– Sequía a la vista –

El consultor aseguró que se avizora un nuevo ciclo de sequía en 2019. Señaló que durante 2017 y 2018 hubo suficientes lluvias que mantienen a Guri lleno, pero que el mantenimiento inadecuado en el Sistema Eléctrico Nacional llevará a que los habitantes sufran de nuevos racionamientos por el período de sequía.

Los estados occidentales son los que mayormente se está viendo afectado este año por las fallas eléctricas, principalmente Zulia y Táchira. Si bien Guri tiene un buen nivel, en el caso de la central La Vueltosa, está seca. Explica Páez-Pumar que esta situación es producto de la sobreexplotación de la instalación debido a la baja disponilidad termoeléctrica en el oeste venezolano.

Para octubre de este año y según la proyección del ingeniero Nelson Hernández, la producción petrolera del país estará en un millón de barriles diarios, lo que equivale a menos gas asociado y combustibles líquidos para usar en la generación de energía.

Juan Carlos Rodríguez, de JCR Ingenieros, dio a conocer algunas de las opciones para prepararse ante la intermitencia del servicio.

Mientras se resuelve lo macro, su empresa trabaja lo micro ofreciendo sistemas alternos de energía de respaldo que funcionan de manera confiable, ininterrumpida y libre de perturbaciones (fluctuaciones de voltaje).

Rodríguez dijo que 60% de las empresas en el país han invertido en platas eléctricas bien sea a diésel, gasolina o gas por las recurrentes fallas en el país de los últimos años.

Destacó la importancia de proteger los equipos y habló de ciertos dispositivos que garantizan la continuidad en caso de fallas en el servicio eléctrico.

Los inversores cargadores pueden usarse en residencias, condominios o pequeños comercios, ya que pueden ofrecer energía por ocho horas; también están los paneles solares, y los UPS o sistemas de energía ininterrumpida que ofrecen una alimentación segura.