El gobierno mexicano rechazó las restricciones al asilo que el presidente estadounidense Donald Trump busca imponer a migrantes y pidió que los extranjeros que Estados Unidos rechace sean devueltos a su país de origen y no a un tercero.
El canciller Marcelo Ebrard dijo en conferencia de prensa que la nueva normativa emitida por el Departamento de Justicia solo tiene efecto en territorio estadounidense y rechazó que México se vaya a convertir de facto en un tercer país seguro con estas medidas.
«México no coincide con medidas que limiten al asilo o refugio a aquellos que temen por su vida en sus países de origen (…), y vamos a prestar atención a que se respete el principio de no devolución conforme al derecho internacional vigente», añadió el canciller.
Consultado si con esta nueva normativa México está en vías de convertirse en tercer país seguro al que sean regresados solicitantes de asilo en Estados Unidos en espera de su audiencia o que sean rechazados, Ebrard recordó que tal acuerdo requeriría del aval del Legislativo.
«No entraremos en ninguna negociación de tercer país seguro sin autorización expresa del Congreso», dijo el canciller, quien agregó que el martes se reunirá con diputados mexicanos para discutir este y otros asuntos relativos a migración.
La normativa del Departamento de Justicia entra en vigor el martes y apunta sobre todo a las oleadas de migrantes, en su gran mayoría centroamericanos, que en los últimos meses han ingresado ilegalmente a Estados Unidos desde México para pedir asilo con el argumento de que escapan de la violencia y la pobreza en sus países.
Por otro lado, Ebrard informó que en el último fin de semana no se ha reportado de mexicanos detenidos en Estados Unidos en el marco de las redadas masivas contra migrantes sin papeles anunciadas por Trump.
La red consular de México en Estados Unidos tampoco ha reportado mayores alternaciones en el número de mexicanos que se encuentran detenidos o que están siendo deportados.
Trump ha convertido a la migración en uno de los asuntos dominantes de su gobierno y ha advertido que endurecerá las medidas contra indocumentados en momentos en que ya busca la reelección en los comicios presidenciales de 2020.
El mes pasado, Estados Unidos amenazó con imponer aranceles a las exportaciones de México si el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador no frenaba el flujo de indocumentados que pasan por su territorio.
Para evitar que se concrete esa amenaza, México desplegó 6.000 efectivos de su recién creada Guardia Nacional en su frontera sur, medida que Trump calificó como un «gran trabajo».