Tres personas murieron, al menos una de ellas degollada, en un ataque con cuchillo en una iglesia en pleno corazón de Niza, en el sureste de Francia, sacudida nuevamente tras la decapitación de un profesor a manos de un islamista hace dos semanas.
El atacante de unos 30 años, herido durante la intervención policial y llevado al hospital, irrumpió hacia las 09H00 (08H00 GMT) armado con un cuchillo en la basílica Notre-Dame, en pleno corazón de esta ciudad de la Riviera Francesa que hace 4 años fue blanco de un ataque yihadista que dejó 86 víctimas.
Dos de las víctimas son un hombre y una mujer que fueron asesinados dentro de la basílica. La tercera víctima, gravemente herida, logró huir a un bar vecino, pero murió poco después, indicaron a la AFP fuentes policiales.
La fiscalía antiterrorista francesa abrió una investigación tras el ataque por «asesinato e intento de asesinato vinculado a una empresa terrorista» y «conspiración criminal terrorista».
Este ataque se produce menos de dos semanas después del asesinato por decapitación del profesor Samuel Paty en Conflans-Sainte-Honorine, una pequeña localidad de 35.000 habitantes ubicada a 50 km de París, por haber mostrado en clase caricaturas del profeta Mahoma.
Daniel Conilh, un camarero de una cafetería cercana, contó a la AFP los minutos posteriores al ataque.
«Yo estaba allí, estaba sirviendo», dijo este camarero del Grand Café de Lyon, situado a 50 metros de la basílica donde tuvo lugar el ataque.
«Todos salimos corriendo, hubo disparos. Una señora vino directamente de la iglesia y nos dijo ‘corran, corran hay alguien que atacó (con un cuchillo), va a haber disparos, hay gente muerta'», continuó Daniel Conilh.
«Alrededor de las 9H10 un montón de coches, incluyendo los de la brigada de bomberos cuadraron el área, oímos muchos disparos», agregó.
– ‘Ya es suficiente’ –
El ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, anunció en Twitter una «reunión de crisis» en la que participará el presidente Emmanuel Macron antes de viajar a Niza por la tarde.
Un gran número de policías y socorristas estaban presentes cerca de la iglesia, indicó un corresponsal de la AFP. «La situación está bajo control», dijo un agente. Toda la zona estaba acordonada.
El alcalde de Niza, Christian Estrosi, que se dirigió de inmediato al lugar del ataque, dijo que Francia debe actuar para «eliminar el islamofascismo» y pidió que todas las iglesias de la ciudad sean puestas bajo vigilancia policial o cerradas. «Ya es suficiente», añadió.
Según dijo Estrosi, el atacante gritó varias veces «Alá Akbar» (Alá es el más grande).
La Conferencia de Obispos de Francia (CEF) describió como «incalificable» el ataque y dijo que «los cristianos no deben convertirse en un símbolo a destruir».
«Sólo puedo condenar enérgicamente la cobardía de este acto contra personas inocentes», dijo Abdallah Zekri, delegado general del Consejo Francés de la Fe Musulmana (CFCM), a la AFP en una declaración transmitida después del ataque.
Los diputados franceses, que debatían el nuevo confinamiento nacional decidido la víspera y que entrará en vigor este jueves a medianoche, observaron un minuto de silencio tras enterarse de lo sucedido.
El primer ministro, Jean Castex, que estaba presente en la Asamblea Nacional, abandonó el hemiciclo inmediatamente después.
«Toda mi solidaridad con Francia y los franceses. Mis pensamientos van a las víctimas del ataque abominable de Niza y a sus familias. Toda Europa está con ustedes», escribió en el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
Niza fue blanco el 14 de julio de 2016 de un ataque que dejó 86 muertos en el que un hombre arremetió deliberadamente un camión hacia una multitud que estaba celebrando el Día de la Bastilla, la Fiesta Nacional francesa.
Francia es azotada por atentados terroristas de alto impacto desde 2015, cuando un ataque yihadista el 7 de enero contra el semanario satírico Charlie Hebdo dejó 12 muertos. El 13 noviembre del mismo año un comando yihadista perpetró ataques coordinados en París que dejaron 130 muertos.
Actualmente tiene lugar el juicio en París el juicio por el sangriento atentado contra Charlie Hebdo, en el que murieron algunos de los caricaturistas más célebres de Francia.
Coincidiendo con la apertura del juicio, el semanario volvió a publicar las caricaturas de Mahoma que le habían convertido en blanco de los yihadistas, lo que le valió condenas en el mundo musulmán.