Nació en un campo de refugiados y se convirtió en multimillonario

Moose Toys es un negocio global con presencia en 80 países y el cuarto mayor vendedor de juguetes en Estados Unidos, pero lo que pocos saben es que su CEO, Manny Stul nació y vivió en un campo de refugiados, antes de convertirse en uno de los hombres más ricos de Australia.

Stul comenzó a hacerse cargo de la compañía, con sede en Melbourne, hace 17 años, y desde entonces nadie ha podido parar su crecimiento ni sus ventas.

Pero el camino que ha tenido que recorrer no ha sido nada fácil. Para empezar, nació durante la Segunda Guerra Mundial, en el campamento de refugiados en Alemania, donde vivían sus padres de origen polaco. Apenas con un año de edad, Stul llegó a Australia a bordo de un barco que llevaba desplazados europeos.

Sus primeros años los pasó en Oz, un campo de migrantes ubicados a unos 60 kilómetros al norte de Perth, junto a sus padres, que sobrevivieron al Holocausto.

Como único hijo, los padres de Manny querían que fuera médico o abogado, pero él no mostraba interés en la escuela, incluso dejó sus estudios cuando cursaba la secundaria y decidió entrar en el negocio de la distribución de regalos y productos para el hogar.

Para hacer su sueño realidad, tuvo que trabajar en la construcción, en el noreste de Australia, y cuando reunió el dinero suficiente, lanzó Skansen Giftware. Las cosas no empezaron bien, pero aprendió de sus errores y su negocio se convirtió en una empresa rentable.

En 1993 lanzó a Skansen Giftware a la Bolsa de Valores de Australia, luego vendió sus acciones y se retiró para centrarse en sus intereses personales. Pero un día escuchó que una empresa de juguetes en Melbourne necesitaba inversores y decidió inyectarle dinero.

En el año 2000, Manny Stul compró Moose Toys y tomó las riendas de la empresa logrando un éxito inesperado.

Así es como Stul pasó de nacer en un campamento para refugiados y abandonar sus estudios, a convertirse en un empresario exitoso y multimillonario, con una fortuna estimada en 1.39 billones de dólares, según Forbes.

Paul Solomon y Manny Stul