¿Pueden las altas olas de calor en el hemisferio norte restarle crecimiento a la economía mundial?
Según un informe de la aseguradora Allianz, las olas de calor pueden tener un impacto significativo en las economías de todo el mundo. He aquí las razones.
¿Pueden las altas olas de calor del hemisferio norte afectar negativamente el crecimiento económico del mundo? La aseguradora alemana Allianz sostiene que sí, y de varias maneras.
Hay una batalla en curso contra el cambio climático y hasta ahora parece haber un claro vencedor. Aunque muchos países se han comprometido a evitar que el calentamiento global supere los 1,5 °C, el planeta no da muestras de fatiga y nos ha mostrado más bien atisbos de un futuro caótico.
De hecho, los científicos afirman que hay muchas probabilidades de que este límite se supere en los próximos cuatro años. Y para muestra de ello, solo hay que mirar al mes de julio, que vino con numerosas olas de calor y anomalías climáticas que excedieron cualquier definición de normalidad.
Durante este turbulento mes, el mundo observó con total asombro cómo numerosas lluvias mortales e incendios incontrolados provocaron un clima tóxico en partes de Estados Unidos y Canadá, el tipo de calamidades que los investigadores llevan tiempo prediciendo a medida que el planeta se calienta.
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Otras no menos importantes han sido las olas de calor extendidas por el hemisferio norte, las cuales han estado asolando Asia, el sur de Europa, el norte de África, Norteamérica y gran parte de los trópicos, incluido el Caribe.
Por ejemplo, según The Washington Post, China registró una temperatura máxima histórica de 52,2 grados Celsius, mientras que, en Medio Oriente, el índice de calor alcanzó unos 66,7 °C, cerca del límite de la supervivencia humana.
Según los investigadores, estas habrían sido «prácticamente imposibles» sin la huella del cambio climático.
El impacto de las olas de calor en la economía mundial
Ahora bien, ¿cuáles son las implicaciones de estos acontecimientos? En relación con las recientes olas de calor, un informe elaborado por la aseguradora alemana Allianz afirma que este fenómeno podría restar 0,6 puntos del Producto Interior Bruto (PIB) al crecimiento económico mundial de este año.
De acuerdo con el estudio, entre los distintos países, las altas temperaturas restarían un 1,3% de crecimiento a China, un 1% a España, un 0,9% a Grecia, un 0,5% a Italia, un 0,3% a Estados Unidos y un 0,1% a Francia.
El informe tomó en cuenta diversas estimaciones, como por ejemplo que un día de calor extremo, por encima de los 32 grados, es equivalente a medio día de huelga general en su impacto en productividad.
Además, según el informe, el cambio climático aumentará la frecuencia e intensidad de los fenómenos de calor extremo, haciendo que las olas de calor, las sequías y los incendios se conviertan en la nueva normalidad, y subraya que estos fenómenos «no solo afectan a las personas y a la fauna, sino también a las economías».
El informe también agrega que las olas de calor pueden reducir la productividad laboral. «Los empleados afectados por el calor reducen su jornada laboral o trabajan más despacio y con errores.
La reducción de la productividad laboral como consecuencia de las temperaturas extremas es un fenómeno bien documentado», añade el estudio.
Frente a ello, el estudio estima que el calor reducirá en un 2,2% el potencial total de horas de trabajo en el mundo, lo que equivale a 80 millones de empleos a tiempo completo.
Hace dos años, en 2021, se perdieron 470.000 millones de horas potenciales de trabajo, lo que supone un aumento del 37% respecto a la media de los años noventa.
«Cada vez es más probable que los próximos veranos se parezcan a las condiciones extremas que hemos visto recientemente», advierte el estudio y, ante ello, considera que «la clave es la adaptación».
También afirma que es necesario preparar las ciudades añadiendo espacios verdes y adaptando los lugares de trabajo.
Las estimaciones no tuvieron en cuenta el impacto de las olas de calor en la productividad agrícola.
Sin embargo, sí que pueden intensificar las sequías y, por lo tanto, afectar al sector agrícola y a la seguridad alimentaria, lo que puede desencadenar una disminución en la oferta de alimentos y un aumento de los precios de los mismos.
También puede haber un aumento en la demanda de energía para enfriar los hogares y edificios, que el efecto más inmediato serían los costos de la electricidad y afectar así al presupuesto de las personas y las empresas.
Sobre este último punto, se ha conocido recientemente que esto ya sucede en Texas, EE. UU., lugar donde ya se prevé que los precios diarios de la electricidad suban más de 2.000 dólares, dice Reuters.
En resumen, las altas olas de calor pueden tener un impacto significativo en la economía mundial.
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