La Organización Mundial de la Salud (OMS), muy criticada por Estados Unidos por no haber reaccionado rápidamente ante la gravedad del nuevo coronavirus, pidió a China que le invite a participar en las investigaciones sobre el origen animal del patógeno.
«La OMS desearía trabajar con los socios internacionales y, a invitación del gobierno chino, participar en la investigación sobre los orígenes animales» del virus, indicó un portavoz de la organización, Tarik Jasarevic, a la AFP.
La OMS, que hasta ahora elogió la gestión de la crisis hecha por Pekín, explicó que «estimaba que un cierto número de estudios que desean entender mejor el origen de la epidemia en China estaban previstos o en marcha».
Pero «la OMS no participa actualmente en estos estudios en China», subrayó el portavoz.
A finales de enero, una delegación de la OMS dirigida por su director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, viajó a Pekín para reunirse con el presidente Xi Jinping y organizar la visita a China de un equipo internacional de científicos, en el que la OMS estaría incluida.
Días antes, la OMS pudo realizar una visita a Wuhan, cuna del patógeno.
La pandemia ha contaminado desde diciembre a más de 3,2 millones de personas en todo el mundo y se ha cobrado 230.000 vidas, pese al confinamiento de más de la mitad de la humanidad, según los cálculos de la AFP realizados a partir de fuentes oficiales.
Muchos países han dado su apoyo a la OMS pero otros, como Estados Unidos, han manifestado sus dudas o críticas sobre la gestión de este organismo de la ONU. Washington decidió suspender su contribución financiera a la institución por considerar que su quehacer es demasiado condescendiente con Pekín.
Según la OMS, las investigaciones en marcha se centran en enfermos «cuyos síntomas comenzaron a manifestarse en Wuhan y sus alrededores a finales de 2019, en muestras tomadas en mercados y granjas de regiones donde se identificaron los primeros casos en seres humanos, y en especies salvajes y animales de cría vendidos en estos mercados».
Los resultados de estos estudios son «esenciales para prevenir nuevas introducciones del virus que ha causado la COVID-19 desde los animales hacia el ser humano», explicó el portavoz.