Miles de migrantes están atrapados en todo el mundo, incapaces de moverse a causa de la reimposición de fronteras y barreras por el nuevo coronavirus, alertó este jueves Naciones Unidas.
La situación es especialmente difícil en el Sudeste asiático, en África oriental y en América Latina, regiones en las que miles de personas no consiguen regresar a su país de origen, explicó la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Los campamentos en los que están forzados a residir algunos de esos migrantes son focos de contagio de la COVID-19, explicó el director general de la organización, Antonio Vitorino, a reporteros en una teleconferencia.
«Hay miles de migrantes extraviados en todo el mundo», indicó.
«Muchos migrantes estaban en tránsito, algunos querían volver a sus países de origen, precisamente a causa de la pandemia» añadió.
Otros quedaron atrapados mientras intentaban mejorar su suerte, yendo a otro país.
«Están bloqueados en las áreas fronterizas, en condiciones muy difíciles, sin acceso a cuidados mínimos, especialmente a controles médicos», añadió.
«Es una fuente de enorme preocupación», avisó.
La OIM ha solicitado a gobiernos el acceso a esos campamentos y zonas fronterizas para evaluar cuál es la situación sanitaria, declaró Vitorino.
«El distanciamiento social es impensable» en esos lugares, así como «el acceso a agua o baños».
«Si la enfermedad se expande en los campamentos el impacto será mayúsculo», vaticinó.
Actualmente la OIM se encarga de 1.100 campamentos de migrantes en todo el mundo, y en 2019 proporcionó ayuda a 2,4 millones de personas desplazadas aproximadamente.
La organización ha detectado unos 220 casos de COVID-19 en los campos de refugiados en Grecia. Esas personas han podido ser atendidas por los servicios sanitarios griegos.
Pero la situación es potenciamente mucho más peligrosa en zonas como Cox’s Bazaar, en Bangladés, donde viven hacinados un millón de refugiados rohinyás.