El principal partido de oposición de Turquía se adjudicó la victoria en las elecciones municipales de las ciudades principales de Estambul y Ankara, pese a la fuerte implicación del mandatario en la campaña, según resultados parciales.
El alcalde opositor de Estambul, Ekrem Imamoglu, anunció el domingo por la noche su reelección como mandatario de la mayor ciudad de Turquía, donde fue elegido por primera vez en 2019.
«Estamos en primer lugar con una ventaja de más de un millón de votos (…) Ganamos la elección», declaró a la prensa y añadió que esos resultados se basaban en el escrutinio del 96% de las urnas.
«Los votantes han decidido cambiar la cara de Turquía», afirmó Özgür Özel, el presidente del partido de oposición socialdemócrata CHP, en la noche del domingo tras la publicación de los primeros resultados.
Recep Tayyip Erdogan, de 70 años, se comprometió de lleno en la campaña electoral en este país de 85 millones de habitantes, para dar un impulso a los candidatos de su partido, el islamo-conservador AKP.
Uno de sus principales objetivos era recuperar Estambul, la capital económica del país que gobernó como alcalde entre 1994 y 1998.
Pero el gobernante reconoció que los resultados marcan «un cambio» para su partido AKP, aunque prometió «respetar la decisión de la nación».
«Lamentablemente no alcanzamos los resultados que queríamos», declaró Erdogan en la sede de su partido ante simpatizantes desanimados.
La crisis económica que afecta a las familias, con una inflación desbocada, benefició a la oposición y el alcalde de Estambul, Imamoglu, proclamó su victoria.
En Ankara, el alcalde saliente Mansur Yavas, también del CHP, reivindicó su victoria después de que con el 46,4% de los votos escrutados, lleva la delantera con el 58,6% de los votos frente al 33,5% del candidato apoyado por Erdogan.
El CHP también acumula una ventaja importante en Esmirna, la tercera ciudad del país.
Las elecciones municipales son percibidas como una prueba para el gobierno de Erdogan.
«Hay una necesidad real de equilibrio, al menos a nivel local, en contra del gobierno», declaró en Ankara Serhan Solak, de 56 años, quien afirmó que votó por Mansur Yavas.
Aunque el jefe de Estado no era candidato en estas elecciones locales, su sombra planeó más que nunca sobre las urnas y el mandatario llegó a celebrar cuatro mítines al día.
Estambul, más que una alcaldía
Erdogan fue alcalde de la ciudad en los años 1990 antes de ser presidente y, en esta cita electoral, se esforzó por echar de la alcaldía a Imamoglu, una figura destacada de la oposición que le arrebató la principal y más rica ciudad del país.
La reelección de Imamoglu podría ganar mucho peso de cara a las elecciones presidenciales de 2028.
«Espero que Estambul y Turquía se despierten [el lunes] con una hermosa mañana de primavera», declaró el alcalde tras depositar su voto, en compañía de su familia.
Erdogan lo describió como individuo ambicioso y poco preocupado por su ciudad, tildándolo de «alcalde a tiempo parcial» obsesionado con la presidencia.
Pese al despliegue de medios de Erdogan, la crisis económica lastró las posibilidades de su partido.
El país se enfrenta a una inflación oficial interanual del 67% y a un desplome de su moneda, que pasó de 19 liras por dólar a 31 en un año.
«La gente está preocupada por el día a día», declaró Guler Kaya, una habitante de Estambul de 43 años. «La crisis se está engullendo a la clase media, hemos tenido que cambiar todos nuestros hábitos», relató. «Si Erdogan gana, será aún peor».
En la provincia de mayoría kurda de Diyarbakir, en el sureste, se produjeron en la mañana del domingo enfrentamientos al margen de las elecciones, que dejaron un muerto y 12 heridos, dijo un funcionario a la AFP.
Esta vez, a diferencia de 2019, la oposición enfrentó los comicios dividida. El CHP no logró un consenso en torno a Imamoglu en Estambul ni en otras partes del país.
El partido prokurdo Dem se presentó en solitario, lo que favoreció al partido en el poder, amenazado por el empuje del partido islamista Yeniden Refah.
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