Se calcula que los Estados árabes del Golfo, ricos en energías fósiles, acumularán al menos 490.000 millones de dólares de déficit para 2023, a causa de los bajos precios del petróleo y las consecuencias económicas de la crisis de covid-19, señaló este lunes Standard & Poors.
Para este año se estima que el déficit combinado de las seis naciones que integran el Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo (CCEAG) alcance a 180.000 millones de dólares, de acuerdo a un informe de la agencia calificadora.
S&P realizó sus estimaciones sobre la base de un precio promedio del barril de crudo de 30 dólares para este año, previendo que alcance a los 55 en 2022.
Las necesidades de financiación de los miembros del CCEAG (Baréin, Kuwait, Omán, Qatar, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos) han aumentado de manera significativa este año, señaló la agencia.
«Calculamos que la deuda total del CCEAG aumente en una cifra récord de unos 100.000 millones de dólares solamente en 2020», añadió.
«De acuerdo a nuestros cálculos macroeconómicos, los balances del CCEAG continuarían deteriorándose hasta 2023», acumulando 490.000 millones de dólares.
La pandemia de covid-19 ha afectado la demanda mundial de petróleo, produciendo un colapso de los precios del crudo a un nivel mínimo en dos décadas, aunque hubo una recuperación parcial.
De acuerdo a S&P, Arabia Saudita, la economía árabe más fuerte, representará el 55% del déficit total del grupo, seguido por Kuwait con 17% y Abu Dhabi con el 11%.