La deuda mundial alcanzó el año pasado el nivel récord de 226 billones de dólares, equivalente a 256% del PIB del planeta, por efecto de la pandemia, anunció el miércoles el Fondo Monetario Internacional.
El alza se ubica así en 28% en un año, la mayor desde la Segunda Guerra Mundial.
«Los créditos asumidos por gobiernos representaron algo más de la mitad de este incremento», alcanzando un récord (99% del PIB mundial), mientras que «la deuda privada de las empresas no financieras y familias también alcanzó nuevos máximos», detallaron Vitor Gaspar y Paulo Medas, responsables de asuntos presupuestales del FMI, y Roberto Perrelli, economista del FMI, en un artículo de blog.
La deuda de los gobiernos responde por un 40% de este pasivo total en el mundo, «la parte más elevada desde mediados de los años 1960», detallan los autores del artículo.
La acumulación de esta deuda pública es la consecuencia directa de dos crisis económicas mayores: la crisis financiera mundial de 2008 y la pandemia de coronavirus.
En 2020 «el fuerte aumento de la deuda se justificó por la necesidad de proteger la vida de las personas, de preservar los empleos y evitar una ola de quiebras», destacaron los especialistas. «Si los gobiernos no hubieran actuado, las consecuencias sociales y económicas habrían sido devastadoras», concluyen.
Pero también observan que este nivel de endeudamiento amplifica las vulnerabilidades, en un contexto que se espera menos favorable en el futuro, con subidas de tasas de interés en un marco de fuerte inflación.
«Los niveles elevados de endeudamiento limitan, en la mayoría de los casos, la capacidad de los gobiernos de sostener la reactivación y la capacidad del sector privado de invertir a mediano plazo», añade el Fondo.