La Asamblea Nacional de Ecuador confirmó el retiro de ese país de la Unasur al aprobar el procedimiento para salir del tratado constitutivo del organismo regional, creado en 2008 por influencia de gobiernos de izquierda y que está en crisis al perder socios.
Con el apoyo de otros sectores parlamentarios, el oficialista Alianza País logró reunir 79 votos para concretar la salida formal de Ecuador de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur). La moción tuvo 36 votos en contra y cuatro abstenciones.
«En mayo solicité a la @AsambleaEcuador que iniciara el proceso para que Ecuador se desvincule de #UNASUR. Hoy, 79 legisladores respaldaron mi pedido. Buscamos relaciones sólidas con los países hermanos a través de una integración sobre bases de democracia, libertad y prosperidad», dijo tras la votación el presidente Lenín Moreno en su cuenta de Twitter.
La Unasur, creada en 2008 por los 12 países sudamericanos, quedó reducida a Bolivia, Guyana, Surinam, Uruguay y Venezuela.
Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Perú y Paraguay decidieron el pasado marzo en Santiago conformar el Foro para el Progreso de América del Sur (Prosur) al alejarse del organismo.
«Llegamos a un punto en donde la pertenencia de Ecuador a Unasur es inviable. Ecuador no se beneficia de su pertenencia a Unasur», expresó en el hemiciclo el asambleísta Fabricio Villamar, del partido Creando Oportunidades (Creo).
Moreno anunció en marzo el retiro de su país al considerar que «no existen las condiciones para que Unasur pueda volver a trabajar por el anhelo, la integración sudamericana» al entrar en un «final sin retorno» por la falta de consenso para elegir al secretario general entre los países miembros.
«Con Unasur, Quito se convirtió en la capital de Sudamérica (…) Nuestros pueblos saldrán adelante. Resistiremos y venceremos», expresó por Twitter el expresidente Rafael Correa, quien mantiene una pugna con Moreno, su exaliado y sucesor.
Quito además pidió la devolución de la sede del organismo, en las afueras de Quito, que alberga la secretaría general y que está sin titular desde 2017 luego de concluir el período del expresidente colombiano Ernesto Samper, que ocupó el cargo a partir de 2014.
La construcción del moderno edificio costó unos 43 millones de dólares, donados durante el gobierno de Correa, quien era amigo y aliado del fallecido mandatario venezolano Hugo Chávez, bajo cuyo impulso emergió la Unasur.