Pasó de tener 10 dólares en su cuenta a ganar más de 109.000 vendiendo NFT: Así es la historia
En 2021, Brittany Pierre ganó más de 109,000 dólares vendiendo tokens no fungibles, o NFT, de su fotografía y intercambiando otros NFT que compró para obtener ganancias.
Pero antes de eso, Pierre estaba luchando para pagar el alquiler de su apartamento en Chicago o comprar comestibles y el pasaje del autobús. Vivía de cheque en cheque y “se deprimía bastante”.
En marzo, Pierre se enteró de los tokens no fungibles o NFT. Su amiga y compañera artista Elise Swopes acababa de vender un NFT de su trabajo por más de US$17,600, lo que inspiró a Pierre a intentar hacer lo mismo.
Además de pedirle orientación a Swopes, “me sumergí directamente, solo hice una inmersión profunda en YouTube y Google durante un par de días”.
Un mes después, Pierre comenzó a vender sus primeros NFT y pronto estaba vendiendo piezas por unos pocos cientos de dólares cada una, más de lo que le ganaba su arte físico, dice.
“Fue muy difícil hacer sesiones de fotos de US$50, tratar de vender impresiones de US$30. Tenía reservas aquí y allá, pero no era sostenible”, dice. “Ese primer par de ventas de US$200, US$300 [NFT] fue mucho para mí. Eso es exactamente lo que necesitaba para pagar el alquiler”.
“El año pasado fue el primero en el que pude vivir completamente en abundancia, más con mi corazón, que nunca”, dice. “Nunca he tenido un trabajo de más de US$15 la hora, y el año pasado pude ganar un poco más de US$100,000”.
Cuando comenzó a aprender sobre NFT, Pierre notó algunas barreras de entrada: para la mayoría de las principales plataformas, los creadores debían postularse o ser invitados a publicar sus obras de arte. Una vez que eso sucede, los creadores deben pagar tarifas de gas para acuñar sus NFT, lo que puede ser difícil de pagar.
Acuñar un NFT es el proceso de representar el activo en la cadena de bloques. Permite a los propietarios demostrar que poseen el activo y poder venderlo si lo desean. Pero para acuñar, los creadores deben pagar lo que se llama una tarifa de gasolina, que puede costar cientos de dólares en momentos de alta congestión.
En ese momento, “probablemente tenía como 10 dólares en mi cuenta bancaria”, dice. “Creo que las tarifas [fueron] alrededor de US$ 250”, pero con la ayuda de amigos pudo pagarlas, comentó a CNBC.
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