La marina china ordenó a un barco de guerra estadounidense salir de una zona disputada en el mar de China, anunció el gobierno, por primera vez desde la investidura del presidente estadounidense, Joe Biden.
China reivindica casi la totalidad de las islas del mar de China meridional y se queja con frecuencia de los operativos en ese sector, escenario de una lucha de influencia con Estados Unidos.
Varios países vecinos como Filipinas, Malasia, Brunéi, Indonesia, Singapur y Vietnam cuestionan también algunas reivindicaciones chinas en esta zona, ruta clave del comercio marítimo mundial.
El destructor USS John S. McCain «se introdujo en aguas territoriales de las islas Xisha sin autorización», indicó el ejército chino, refiriéndose a las comúnmente llamadas islas Paracelso, archipiélago de pequeñas islas coralinas, reivindicadas por varios países.
«Las fuerzas navales y aéreas siguieron de cerca la situación y dieron la orden (al barco estadounidense) de salir de la zona», precisó en un corto comunicado el ejército, y fustigó a Estados Unidos por haber «violado gravemente la soberanía de China» y «atentar a la paz regional».
En un comunicado, la marina estadounidense contradice la versión china.
El USS John S. McCain «nunca ha sido expulsado del territorio de otro país», aseguró un portavoz de la Flota del Pacífico, el teniente James Adams.
«El destructor estadounidense realizó esta operación de libertad de navegación conforme a las leyes internacionales y prosiguió sus operaciones normales en aguas internacionales», aseguró.
China considera la navegación extranjera en esas aguas como un atentado a su soberanía, mientras Estados Unidos y otros países consideran que la zona pertenece a las aguas internacionales y está abierta a todos.
El jueves China denunció el paso de ese barco de guerra por la parte de mar que separa Taiwán de China continental.
Los barcos estadounidenses suelen cruzar por ese estrecho, causando molestia a China, que considera la isla como parte de su territorio.