El jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, advirtió en una reunión privada que las divisiones internas de la oposición venezolana están minando los esfuerzos conjuntos para desalojar al presidente Nicolás Maduro, reportó el diario The Washington Post.
«Nuestro problema, que es mantener a la oposición unida, ha demostrado ser extremadamente difícil», dijo Pompeo según la publicación, que asegura tener una grabación de ese comentario.
The Washington Post aseguró que el secretario de Estado hizo esas declaraciones en una reunión la semana pasada en Nueva York, a pesar del apoyo oficial de Estados Unidos al líder opositor Juan Guaidó.
Estados Unidos y más de 50 países reconocen a Guaidó como presidente interino desde que se autoproclamó el 23 de enero. Cuatro meses después, su disputa con Maduro por el poder se ha estancado en un país devastado económicamente, donde la escasez de alimentos, medicinas y otros bienes básicos han empujado a millones a emigrar.
Maduro ha soportado una intensa campaña de sanciones de Estados Unidos, mientras es respaldado por Rusia, China y Cuba, así como por su alto mando militar.
«El momento en que Maduro se vaya, todos van a levantar la mano y (decir) ‘Tómenme a mí, yo soy el próximo presidente de Venezuela’. Habría más de 40 personas que creen que son los herederos legítimos de Maduro», aseveró Pompeo, siempre según el diario.
El alto funcionario habría culpado a las fracciones opositoras enfrentadas del fracaso del intento de Guaidó de impulsar un derrocamiento militar contra Maduro el pasado 30 de abril.
Aunque las divisiones en la oposición venezolana no son un secreto, Estados Unidos con frecuencia afirma que el surgimiento de Guaidó, un ingeniero de 35 años, ha sido un rostro nuevo que ha traído unidad a las filas antigubernamentales.