Estados Unidos busca restaurar la democracia en Venezuela pero será el pueblo venezolano el que «finalmente» lo haga, dijo el jueves el jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo.
En una teleconferencia con medios extranjeros, Pompeo dijo que el gobierno de Donald Trump continuará haciendo «todo lo que podamos hacer» para propiciar la salida del poder de Nicolás Maduro, cuya reelección en 2018 Washington considera fraudulenta.
Señaló que esto incluye la presión económica sobre Caracas y sobre su aliado Cuba, reflejada en una batería de sanciones, pero también, y «más importante», la conformación de «una coalición global para tratar de ayudar al pueblo venezolano a lograr sus objetivos».
«Al final, lo que Estados Unidos está tratando de lograr es restaurar la democracia, y el pueblo venezolano será el que finalmente restaurará esa democracia», dijo Pompeo.
«De hecho, son los venezolanos los que eligen servir en el ejército venezolano», agregó, en alusión al papel que las Fuerzas Armadas venezolanas pueden tener para generar un cambio de régimen en Venezuela.
La cúpula militar es considerada uno de los pilares del apoyo a Maduro, quien conserva el poder con respaldo de Rusia y China y a pesar de la ofensiva del líder opositor y jefe parlamentario, Juan Guaidó.
Pompeo dijo que además del Grupo de Lima, que reúne a una decena de naciones latinoamericanas y a Canadá para facilitar una solución democrática y pacífica a la crisis en Venezuela, unos 60 países han reconocido a Guaidó como única autoridad legítima del país.
«Este es el proceso en el que pretendemos continuar apoyando lo que quiere el pueblo venezolano», afirmó el secretario de Estado de la adminitración Trump.
«Hemos visto el sistema judicial corrupto de Maduro. Lo hemos visto ahora tratar de imponerse sobre los partidos políticos. Y seguimos convencidos de que el pueblo venezolano ve esto como es y que responderá de una manera que refleje su profundo deseo de restablecer el orden y la democracia en su propia nación», concluyó Pompeo.
El máximo tribunal de Venezuela, de línea oficialista, suspendió el martes la directiva del partido político de Guaidó y entregó su control a un rival. A mediados de junio la alta corte ya había tomado medidas similares contra otros dos grandes partidos opositores.
Las próximas elecciones legislativas en Venezuela fueron convocadas para el 6 de diciembre por las autoridades electorales, pero la votación será boicoteada por los principales partidos políticos opositores.