El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, calificó de «golpe durísimo» la histórica caída del precio del petróleo, principal producto de exportación del país suramericano, fuertemente afectado por la epidemia de coronavirus y el endeudamiento.
El desplome de la cotización «es sin duda alguna un golpe durísimo para la economía de nuestro país, que depende de la venta del petróleo, de su principal producto de exportación», dijo el mandatario en un mensaje transmitido por radio y televisión.
El barril de crudo WTI, referencial para el ecuatoriano, se intercambiaba a 60 dólares por unidad a inicios de año y a 18,27 dólares el viernes por la tarde, pero el lunes se hundió por completo, cerrando la jornada en -37,63 dólares.
Esto significa que muchos pagan para deshacerse de este crudo, muy caro de almacenar.
La economía ecuatoriana, con una deuda externa de 65.000 millones de dólares frente a un PIB de unos 110.000 millones, se apoya en los ingresos por la venta de petróleo, que en 2019 alcanzaron los 7.731 millones de dólares (a 55,30 dólares por barril), según cifras oficiales.
Ecuador «enfrenta el momento más crítico de su historia», dijo Moreno, señalando que «al impacto de los efectos de la pandemia se suma una economía debilitada por el endeudamiento irresponsable y la corrupción galopante del gobierno anterior» del expresidente Rafael Correa (2007-2017), su exaliado.
El coronavirus deja 10.128 casos, incluidos 507 muertos en Ecuador, uno de los países latinoamericanos más golpeados por la pandemia.
Los efectos de la crisis sanitaria, así como de la rotura hace dos semanas de dos oleoductos, que obliga a la nación a ir suspendiendo la producción y exportación de crudo, provocará en 2020 una contracción de más de 4% en la economía ecuatoriana, que antes esperaba crecer en 0,7%.
Los daños de los ductos tomarán un mes en reparar.
«Hoy nos enfrentamos a otro reto descomunal, el derrumbe jamás visto del precio del petróleo debido a la baja de la demanda mundial», manifestó Moreno.
«Nos va hacer pasar, sin duda alguna, momentos muy difíciles como nación, incluso podría complicar operaciones económicas futuras» cuando Quito planea renegociar su abultada deuda externa y obtener recursos frescos, añadió.
En enero y febrero, Ecuador -que a inicios de año se retiró de la OPEP- extrajo 536.000 barriles por día de crudo, de los cuales exportó un 66% para recibir casi 1.015 millones de dólares (a 47,64 dólares por barril), de acuerdo con el Banco Central.