Principal patronal de Brasil aboga por iniciar la reconstrucción del país

La Federación de las Industrias del Estado de Sao Paulo (Fiesp), la mayor y más influyente patronal del país, publicó hoy un manifiesto en el que abogó por la reconstrucción del país ahora que el proceso destituyente contra Dilma Rousseff ha llegado a su fin.

El anuncio de pago fue publicado en páginas impares, las más caras debido a su mayor visibilidad, de los diarios impresos Folha de Sao Paulo, O Estado de Sao Paulo y O Globo, de Río de Janeiro, los tres grandes periódicos de Brasil.

Bajo el lema «es hora de, todos juntos, reconstruir Brasil», la Fiesp abogó por la unidad de la sociedad para trabajar con el objetivo de que el país, que «andaba como un tren descarrilado», vuelva a las «vías de la confianza, el desarrollo, la gestión eficiente, el buen gobierno y la generación de empleo y riqueza».

La patronal recalca que el proceso culminado ayer en el Senado y que ha derivado en la investidura de Michel Temer, quien ostentará la presidencia hasta el fin del actual mandato el 1 de enero de 2019, se llevó a cabo «en total respeto con la Constitución y las leyes, y dentro de las normas del Estado democrático de derecho».

Sin embargo, reconoce que a lo largo del proceso, que comenzó hace un año a raíz de la denuncia presentada por los juristas Hélio Bicudo y Janaína Paschoal, ha provocado que Brasil se divida entre los que apoyaban el ‘impeachment’ y los que no, lo que supuso «que amistades se deshicieran y que familiares discutieran».

Terminado un proceso que la propia Fiesp apoyó sin ambages, la patronal insta al nuevo Gobierno a adoptar de manera inmediata medidas que permitan «controlar sus gastos, eliminar los dispendios y combatir la corrupción».

En el texto firmado por el presidente de la Fiesp, Paulo Skaf, los empresarios también destacan la importancia de llevar a cabo un ajuste fiscal que, según opinaron, «es la madre de todas las reformas» y rechazaron una subida de impuestos por considerar que los brasileños «no admiten» esa posibilidad.

«La confianza está siendo retomada, pero es necesario más», demandó la organización, que consideró que la economía brasileña «vive sus peores días» con casi doce millones de desempleados, más de 100.000 tiendas y 10.000 fábricas que han sido cerradas, un retroceso del PIB de casi el 8 % y una inflación que roza el 11 %.

«Es hora de pasar página, dejar las diferencias atrás, arremangarse las mangas y, codo con codo, reconstruir Brasil», defendió la patronal.