La producción industrial de Brasil se hundió 9,1% en marzo respecto a febrero, debido al impacto de las medidas de aislamiento social adoptadas para contener la pandemia de coronavirus, de acuerdo con datos oficiales divulgados este martes 5 de mayo.
El resultado muestra una caída mucho más aguda que la de 3,7% esperada en promedio por analistas e instituciones financieras consultados por el diario económico Valor.
Respecto a marzo de 2019, el retroceso fue de 3,8%, precisó el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE). En lo que va del año, la caída es de 1,7% y en el acumulado de 12 meses llega a 1%.
«El impacto de la pandemia se evidencia cuando se compara [marzo] con el mes de febrero, dado que la tasa es fuertemente negativa y representa la caída más intensa desde mayo de 2018 [-11%], cuando se produjo la huelga de los camioneros» que paralizó al país, explicó el responsable del informe, André Macedo.
Ese impacto se ve tanto en la magnitud del retroceso «como en su extensión por diversas actividades», agregó.
Las cuatro categorías económicas analizadas sufrieron derrumbes: la producción de bienes de capital (-15,2%), de bienes de consumo (-14,5%), de bienes intermedios (-3,8%) y de semiduraderos o perecederos (-12%).
El sector más afectado fue el de la fabricación de automóviles, remolques y carrocerías (-28%).
Ello se debió a que las medidas de cuarentena adoptadas en varios estados «hicieron que muchas empresas interrumpiesen su proceso de producción otorgando vacaciones colectivas o paralizando sus actividades por periodos», explicó Macedo.
Las crisis sanitaria acentuó las tensiones entre los gobernadores de grandes Estados como Sao Paulo y Rio de Janeiro, favorables a las medidas de aislamiento social, y el presidente de ultraderecha Jair Bolsonaro, que las considera como un remedio que puede resultar «peor que la enfermedad» debido a sus secuelas económicas.
La pandemia de la covid-19, que desde su detección en China en diciembre dejó más de 250.000 muertos y 3,5 millones de contagiados (principalmente en Estados Unidos, Europa y Asia), está en plena fase de expansión en Brasil, donde se espera que llegue a su pico entre este mes y el próximo.
Hasta el momento provocó 7.321 muertes y más de 107.000 casos confirmados, aunque se considera que este último número es de 12 a 15 veces inferior a la realidad, a causa de la falta de material para realizar diagnósticos masivos.