Producción y transporte de alimentos están en alto riesgo por escasez de diésel
Ante la falta de importaciones y con una escasa producción nacional, Venezuela empieza a manifestar los síntomas de una inminente escasez de diésel. Tanto transportistas como productores reportan fallas en el suministro del combustible que despiertan el fantasma de una paralización total de la economía, que ya viene arrastrando una grave recesión desde el año 2013.
El diario Tal Cual reseña que tres meses después de que el gobierno del expresidente norteamericano Donald Trump anunciara la suspensión de la exención de las sanciones contra Pdvsa que permitía el intercambio de petróleo venezolano por diésel, el país reporta problemas con el suministro del combustible y los expertos advierten las consecuencias que esto tendrá en la economía.
La escasa oferta de diésel llega menos de un año después de que se agravara la escasez de gasolina, que afectó el traslado de algunas mercancías y principalmente a los conductores particulares.
Pero los efectos de una escasez de diésel son mucho más perniciosos que los de la gasolina. Afecta todas las operaciones de los sectores agrícola, ganadero, manufacturero, distribución, además de las plantas eléctricas instaladas por empresas, comercios, clínicas y hospitales por el colapso del sistema eléctrico nacional y las centrales termoeléctricas.
Armando Chacín, presidente de la Federación Nacional de Ganaderos (Fedenaga), aseguró a Tal Cual que en algunos estados, sobre todo en Apure y en el centro del país, tienen hasta cuatro meses con escasez de diésel. «Ahora son más. Tenemos nuestros cupos asignados, ellos (el gobierno) saben cuántos equipos de bombeo y maquinarias tenemos y cuánto diésel necesitamos al mes, pero lamentablemente no nos surten».
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Por su parte, el presidente de la Cámara Venezolana de la Industria Láctea (Cavilac), Roger Figueroa, indicó que el sector ha reducido desde diciembre su producción, ya precaria, en un 15% por falta de diésel, necesario tanto para camiones como para las plantas y la generación de electricidad. «El producto más afectado es la leche pasteurizada. Solo Parmalat la tiene hoy en anaqueles y con poco volumen. Nos reunimos de emergencia con el gobierno el 18 y el 19 de enero y esperamos resolver prontamente».
Expertos del sector energético aseguran que, al menos hasta mediados de enero, en los puertos venezolanos no entra un barco con diésel desde octubre de 2020, cuando el gobierno de Donald Trump suspendió los intercambios.
– Sin producción nacional –
Mientras tanto, la producción nacional ha sido insuficiente. De los 170.000 barriles diarios que actualmente produce el Centro de Refinación Paraguaná (CRP), 20% es diésel, es decir, unos 34.000 barriles diarios. En Puerto La Cruz, al oriente, de los 60.000 barriles diarios, 12.000 son de diésel, de acuerdo con el secretario de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela (Futpv), Iván Freites.
«Todo esto nos da un aproximado de una producción diaria de 46.000 barriles de diésel. El consumo nacional está por el orden de los 140.000 barriles por las plantas eléctricas y el transporte, por lo que tenemos un déficit de 94.000 barriles», detalla Freites.
De acuerdo con la agencia Argus, la nueva administración de Estados Unidos está considerando la posibilidad de restablecer los intercambios de crudo venezolano por diésel y aliviar una exención de sanciones clave. Sin embargo, los cambios de política por sí solos no serían suficientes para reactivar significativamente la producción de petróleo del país.
Con información del diario Tal Cual.
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