Proteccionismo arancelario de Trump amenaza a la industria automotriz
Fabricantes y proveedores tendrían que absorber parte del aumento de costos. ¿Por qué? Muy sencillo: no es posible ajustar los precios de venta de modo súbito debido a los contratos vigentes.

Donald Trump quiere acorazar con proteccionismo la economía yanqui, pero eso puede traerle más de un problema al republicano. La cosa es que, a partir de lo dicho, la industria del automóvil en su conjunto se verá afectada; si las nuevas tasas entran en vigor así será.
Las propias fabricantes de autos estadounidenses no podrán escapar. Se espera un alza de 25% que incrementaría de modo radical el costo para los fabricantes de automóviles, y el precio de los coches nuevos para los consumidores.
Esto impactaría en las complejas cadenas de suministro, donde motores, transmisiones y otros componentes suelen cruzar fronteras varias veces antes de que los vehículos lleguen acabados a los concesionarios.
Casi USD 12.000 más
El poder de compra del consumidor medio gringo se vería afectado: tendrá que pagar hasta 11.500 dólares más por un modelo. Pero vayamos más allá: podría haber recortes de empleo, en las fábricas de producción de vehículos, y en las de los proveedores de automoción.
Si se ve la cosa en un corto plazo, así los fabricantes como los proveedores tendrían que absorber parte del aumento de costos. ¿Por qué? Muy sencillo: no es posible ajustar los precios de venta de modo súbito debido a los contratos vigentes.
Los holdings norteamericanos, como General Motors, Ford y Stellantis manufacturan en México algunos de sus vehículos más populares en el gigante del norte. En efecto, los tres grupos mencionados son los causantes de que la Administración Trump haya anunciado una prórroga para México hasta el 2 de abril.
General Motors, por ejemplo, produce el Chevrolet Trax en Corea del Sur. Se trata de un SUV medio que se situó entre los 15 modelos más comercializados en EEUU.
Alarma en la tierra de Disney
Es el tercer modelo más popular de la tierra de Mickey Mouse, seguido por el Silverado LD y el Equinox. Tiene un precio que parte de los 20.500 dólares ahora y tornaría a costar 25.625 dólares con los aranceles.
Claro, este no sería el único modelo afectado por las tasas de Trump, ya que el Equinox también las sufriría. General Motors produce este vehículo en San Luis de Potosí (México).
De este modelo se comercializaron 207.730 unidades, un 2,3% menos que en 2023. Su precio de partida actual es de 28.600 dólares y con los aranceles partiría de los 35.750 dólares.
“Una de las alternativas sería relocalizar la producción de ambos vehículos. Pero la decisión no es fácil, dado que implicaría también relocalizar a los proveedores, algo que dañaría la cadena de suministro y que impactaría en las cuentas de la compañía”, dice El Economista.
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