Rusia celebra el domingo la última jornada de las elecciones presidenciales que apuntan a una reelección triunfal de Vladimir Putin, en un contexto marcado por la represión, la muerte del opositor Alexéi Navalni y el conflicto con Ucrania.
Los tres días de votación estuvieron marcados por un aumento en los bombardeos mortales ucranianos, una serie de incursiones de milicias pro ucranianas en territorio ruso y actos vandálicos en colegios electorales.
El Kremlin presentó las elecciones como una oportunidad para que los rusos expresen su apoyo a la ofensiva en Ucrania, donde también se celebran los comicios en zonas controladas por Moscú.
Ucrania ha calificado las elecciones como ilegítimas y llamó a sus aliados occidentales a no reconocer el inevitable nuevo mandato de seis años del presidente Putin.
Los partidarios del opositor Alexéi Navalni, principal rival de Putin que murió en una prisión del Ártico en febrero, instaron a los votantes a protestar al mediodía, estropeando sus papeletas en los colegios electorales.
Algunos votantes respondieron al llamado en Moscú, y afirmaron a la AFP que acudieron para honrar la memoria de Navalni y mostrar su oposición de la única forma legar posible.
Sin embargo, otros expresaron su apoyo a Putin.
«Lo que queremos hoy, ante todo, es la paz», explicó Liubov Piankova, una jubilada de 80 años que fue a votar en San Petersburgo, ciudad natal de Putin.
Homenajes a Navalni
En la tumba de Navalni, en un cementerio de Moscú, periodistas de la AFP vieron papeletas electorales con su nombre escrito, depositadas sobre un montón de flores.
Navalni, que impulsó protestas masivas y que antes de morir llamó a protestar este domingo, intentó presentarse a las elecciones presidenciales de 2018, pero su candidatura fue rechazada.
«Vine a despedirme de él. Para mí es un héroe», afirmó Natalia, una pensionista de 65 años que acudió a estropear su papeleta al colegio electoral de Moscú donde solía votar Navalni.
«Esta es nuestra única oportunidad de expresar nuestra opinión», sostuvo su amiga Elena, una ingeniera de 38 años.
Durante los primeros días de los comicios hubo otros actos de protesta, con una ola de arrestos de rusos acusados de verter colorante en las urnas electorales o de ataques incendiarios.
La disidencia pública ha sido duramente castigada en Rusia desde el inicio de la ofensiva contra Ucrania, iniciada el 24 de febrero de 2022, y las autoridades han advertido contra las protestas electorales.
Entretanto, Ucrania prosiguió sus bombardeos y atacó al menos ocho regiones durante la noche y el domingo por la mañana, según el ministerio ruso de Defensa.
Tres aeropuertos de la capital suspendieron brevemente sus operaciones tras el bombardeo y un ataque con drones en el sur provocó un incendio en una refinería de petróleo.
En Bélgorod, ciudad cercana a la frontera con Ucrania, un ataque ucraniano mató a una adolescente de 16 años e hirió a su padre, afirmó el gobernador de la región el domingo.
Y en la parte controlada por Rusia de la región ucraniana de Zaporiyia, donde también se celebran las elecciones, drones incendiaron un colegio electoral, según las autoridades instaladas por Moscú.
«Período difícil»
Putin, un ex agente de la KGB de 71 años, se mantiene en el poder desde el último día de 1999 y espera extender su mando hasta al menos 2030.
De completar un nuevo período, habría permanecido en el poder más que cualquier otro líder ruso desde Catalina la Grande, en el siglo XVIII.
No tiene opositores reales en los comicios, después de excluir a dos candidatos contrarios al conflicto en Ucrania.
Putin admitió el jueves en un mensaje preelectoral que Rusia atraviesa un «período difícil».
«Debemos continuar unidos y con confianza en nosotros mismos», expresó, al calificar las elecciones como una forma de que los rusos manifiesten «sus sentimientos patrióticos».
La votación concluirá en Kaliningrado, la zona más occidental de Rusia, a las 18H000 GMT, y se espera que poco después se anuncien los resultados de encuestas al pie de urna.
En la Plaza Roja de Moscú se celebrará un concierto el lunes para conmemorar el décimo aniversario de la anexión rusa de la península de Crimea, un evento que deberá servir como celebración de la victoria de Putin.
Antes de la elección, la prensa estatal rusa exaltó los recientes avances en el frente y presentó el conflicto como una lucha de sobrevivencia contra los ataques occidentales.
Moscú ha buscado avanzar en el frente ante las divisiones en Occidente sobre el apoyo militar a Ucrania, que enfrenta una escasez de municiones, aunque Kiev asegura que de momento ha logrado detener los avances rusos.
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