Real Madrid ganó Mundial de Clubes con triplete de Ronaldo

El Real Madrid pasó un poco de susto el domingo antes de poder remontar el triunfo parcial por 2-1 de su rival, el Kashima Antlers, a quien acabó sometiendo por 4-2 en la prórroga gracias a un triplete de Cristiano Ronaldo para alzarse con un nuevo Mundial de Clubes.

Dos goles de Gaku Shibasaki sorprendieron al vigente campeón de la Liga de Campeones, poniendo en franquicia en el marcador a los japoneses al principio de la segunda parte, tras el temprano tanto de Karim Benzema. Un penal convertido por Ronaldo niveló el partido cuando se llevaba disputada una hora de la final.

El 11 veces campeón de Europa logró sobreponerse a algunos sustos más y a la posible expulsión de su capitán Sergio Ramos antes de que Ronaldo marcara dos goles más en la primera parte del tiempo extra.

El conjunto «merengue», que ganó el torneo por segunda vez en tres años y por quinta ocasión en total, parecía estar en camino a una fácil victoria cuando el francés Benzema anotó el primer gol en el minuto 9, pero Shibasaki alteró el guión al igualar la contienda un minuto antes del descanso.

Shibasaki golpeó de nuevo seis minutos después de la reanudación, cuando logró superar la presión de tres rivales y enviar el balón al fondo del arco defendido por Keylor Navas con un lanzamiento desde 25 metros.

El Real Madrid estaba sufriendo su primera derrota desde que cayó ante el Wolfsburgo en abril, una racha de 36 partidos oficiales invicto, hasta que Lucas Vázquez fue derribado dentro del área por Shuto Yamamoto y Ronaldo convirtió el consiguiente penal en el minuto 60.

El Kashima continuó mostrando lo mejor de su repertorio y tuvo tres buenas oportunidades en los últimos minutos del encuentro. Un disparo de Fabricio fue atajado por Navas, que acudió de nuevo al rescate un minuto después bloqueando un tiro de Mu Kanazaki tras librarse de la defensa blanca.

Yasushi Endo pudo hacer historia en el último suspiro, pero disparó fuera, mientras que Sergio Ramos se libró de una segunda tarjeta amarilla, que habría dejado al Real Madrid con un jugador menos en la prórroga, momento elegido por Ronaldo para brillar y poner fin al sueño del Kashima con dos goles más en su cuenta personal.