La violencia se volvió a tomar las calles de Chile previo al arranque del tradicional festival internacional de la ciudad de Viña del Mar y las autoridades temen una nueva radicalización de las protestas a partir de marzo, cuando ya hay convocadas varias manifestaciones.
Al menos ocho vehículos fueron quemados y 23 policías quedaron heridos en Viña del Mar, en medio de violentos enfrentamientos en contra de la realización del festival de música popular que cada año se realiza en este balneario cercano a Santiago, inaugurado esta vez por el puertorriqueño Ricky Martin con un potente mensaje en apoyo a las protestas sociales en Chile.
«Yo estoy contigo Chile, nunca callados, siempre con amor y con paz», afirmó el cantante de 48 años.
Convocados a través de redes sociales, miles de manifestantes se congregaron en las cercanías de la Quinta Vergara, el anfiteatro al aire libre donde se realiza el festival, y protagonizaron violentos enfrentamientos con las fuerzas especiales de la policía, que en gran número resguardaban la ciudad, concentradas especialmente en asegurar el ingreso del público al certamen.
Un tradicional hotel de la ciudad fue atacado y sus huéspedes -entre ellos varios participantes del festival- debieron ser evacuados, mientras que al menos 30 locales comerciales fueron atacados y saqueados por los manifestantes que buscaban suspender el espectáculo en apoyo a las protestas sociales que estallaron el 18 de octubre pasado.
«Ustedes han sido testigos de la violencia de estas personas, que no buscan otra cosa que el enfrentamiento con Carabineros, dañar a las personas. Tenían el objetivo claro de entorpecer, que no se hiciera el Festival de Viña», dijo la madrugada de este lunes el general Hugo Zenteno, jefe de zona de Carabineros, la policía chilena.
«Habían grupos que querían dañar e impedir la realización del Festival, pero no lo lograron», afirmó de su lado el intendente (gobernador) regional, Jorge Martínez.
Considerado el evento de música popular más importante de América Latina, el festival -que se extiende por seis días- tendrá este lunes una nueva tensa jornada. Sobre el escenario se presentará la cantante chilena Mon Laferte, quien ha apoyado fuertemente las protestas sociales y a la que algunos grupos de ultraderecha anunciaron que boicotearían su actuación.
Con miras a nuevas manifestaciones, las autoridades anunciaron que para las próximas jornadas se «redoblarán» las medidas de seguridad.
– «Marzo, ¿Acuerdos o violencia?» –
En este escenario, las autoridades temen una nueva radicalización de las protestas a partir de marzo, cuando culminan las vacaciones del verano austral y arrancan nuevamente gran parte de las actividades productivas.
En redes sociales, circula ya un completo calendario de marchas convocadas para marzo, que incluye una para el día 8, cuando se celebra el Día Internacional de la Mujer y otra para el 29, cuando en Chile se conmemora el llamado «Día del Joven Combatiente», en memoria de dos hermanos asesinados por la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), y fecha en la que cada año se producen hechos de violencia en barrios periféricos de Santiago.
«Marzo: ¿mes de acuerdos o de violencia? Muchos anticipan un marzo violento. El Gobierno se ha preparado para resguardar el orden público e impulsar un marzo de acuerdos», escribió el domingo en Twitter el presidente Sebastián Piñera, que este lunes retomaba sus funciones tras varios días de vacaciones en el sur del país.
«Acuerdos y no violencia es el camino», agregó el mandatario, cuyos niveles de rechazo entre la ciudadanía se incrementó cinco puntos y llegó al 83%, según una encuesta semanal publicada este lunes. Sobre Piñera pesa su imposibilidad de poder superar la crisis social que se inició en octubre, primero en contra del alza en la tarifa del metro de Santiago pero que después derivó en un generalizado reclamo en favor de profundas reformas sociales.
En acuerdo con el Congreso, el gobierno de Piñera promovió un plebiscito para consultar a los chilenos sobre si quieren o no reformar la Constitución que se mantiene como herencia de la dictadura de Pinochet. La consulta se realizará el próximo 26 de abril.