El embajador británico en Washington Kim Darroch renunció a su cargo tras la crisis provocada con Estados Unidos por la filtración de mensajes confidenciales en los que calificaba al presidente Donald Trump de «inepto» y a su administración de «disfuncional».
«La situación actual me impide cumplir con mi función como lo desearía», afirmó Darroch en una carta dirigida a Simon McDonald, jefe del servicio diplomático británico. «En estas circunstancias, el camino responsable a seguir es permitir el nombramiento de un nuevo embajador», afirmó.
Darroch dijo querer poner fin de este modo a «la especulación».
«Desde la filtración de documentos oficiales procedentes de esta embajada, ha habido muchas especulaciones sobre mi puesto y la duración de mi mandato de embajador», subrayó.
La publicación por el diario británico The Mail on Sunday de los cables diplomáticos confidenciales de Darroch desató la ira de Trump en Twitter.
«No trataremos más con él», tuiteó Trump desatando la incógnita sobre si el embajador podría continuar desempeñando sus funciones.
El presidente calificó después al embajador británico de «estúpido» e «imbécil pretencioso».
El gobierno de la primera ministra Theresa May había dado su respaldo al diplomático y el ministro de Relaciones Exteriores, Jeremy Hunt -uno de los dos candidatos junto con Boris Johnson para reemplazar a la jefa de gobierno dimisionaria- condenó el martes las palabras «irrespetuosas y falsas» de Trump.