Los restaurantes en Perú, un país cuya gastronomía goza de fama internacional, volvieron a recibir clientes este lunes 20 de julio después de cuatro meses, pero cientos de locales no lograron sobrevivir al largo confinamiento por la pandemia de coronavirus.
En los establecimientos gastronómicos se puede ahora atender clientes hasta 40% de la capacidad, pero con mesas separadas y uso obligatorio de mascarillas, según un decreto publicado hace una semana.
En los últimos 50 días, solo estaba permitida la venta de comidas para llevar o con reparto a domicilio.
«Estamos preparados para abrir con todo el optimismo y para reencontrarnos con todos nuestros clientes», dijo a la AFP Blanca Chávez, presidenta de la Asociación de Hoteles y Restaurantes de Perú.
«Todos estamos guardando los protocolos de bioseguridad como debe ser. Vengan a disfrutar de nuestra gastronomía», agregó Chávez, dueña del restaurante El Rocoto, en el distrito limeño de Surco, especializado en comida de la región andina de Arequipa.
La reapertura del sector gastronómico es parte de un programa gradual de desconfinamiento que busca potenciar la economía en el segundo país de América Latina con más casos de coronavirus después de Brasil.
Con 33 millones de habitantes, Perú registra más de 350.000 contagios y superó el domingo los 13.000 muertos por covid-19, la tercera mayor cifra de decesos en la región después del gigante sudamericano y México.
Además, la nación andina tiene más de 12.300 hospitalizados, tres semanas después de levantar la cuarentena obligatoria en 18 de las 25 regiones del país, entre ellas Lima.
Hace cinco días se reanudó el transporte nacional aéreo y terrestre, pero las fronteras siguen cerradas desde el 16 de marzo.
Hasta 2019, 4,5 millones de turistas al año visitaban Perú, atraídos por su invaluable patrimonio arqueológico y su famosa gastronomía, que incluye al cebiche de pescado, uno de sus platos insignia, el lomo saltado o el ají de gallina.
– Turismo gastronómico –
En guías de turismo y rankings internacionales dos restaurantes de Lima figuraban entre los diez mejores del mundo, y agencias de viajes en Chile y otros países ofrecían «tours gastronómicos» a la capital peruana, con almuerzos y cenas en diferentes restaurantes de moda.
Los peruanos de todas las clases sociales son asiduos a los restaurantes, por lo que en Lima y otras ciudades se encuentran locales con precios accesibles en todos los barrios. Antes de la pandemia había 220.000 restaurantes en el país, según el ministerio de Comercio Exterior y Turismo.
Otros restaurantes populares son las «pollerías», que venden principalmente pollos a las brasas con papas fritas.
El largo confinamiento ha significado un duro golpe a la economía peruana. El PIB cayó 13,1% en el primer cuatrimestre y 32,75% en mayo, y se perdieron más de 2,6 millones de empleos, según cifras oficiales.
«No sabemos cuántos restaurantes van a reabrir, ni cuántos no abrirán nunca», manifestó Chávez, tras explicar que cientos de locales quebraron por la larga cuarentena.
Cada restaurante debió elaborar un plan de prevención de acuerdo al decreto gubernamental que autoriza su reapertura, que exige 1,5 m de distancia entre cada mesa, atención al público con mascarillas y la desinfección de manos y calzado al ingresar.
Además, a los comensales se les mide la temperatura corporal y se les entregan los cubiertos en bolsas de papel cerradas.
«Empezamos a atender al público con aforo reducido, previa reserva. Nuestra carta es virtual, es reducida, con menos platos de lo normal», explicó a la AFP Fiorela Ureta, encargada de reservas del restaurante Segundo Muelle en San Isidro, el distrito financiero de Lima.
Los clientes solo pueden revisar el menú en pizarras o en sus celulares, pero ya no en cartas impresas, y solo pueden sacarse los tapabocas al momento de comer.
– «Leche de tigre anticovid» –
«La reapertura de la gastronomía significa esperanza y algo de oxígeno para los emprendedores», dijo a la AFP el presidente de la Asociación de Restaurantes Marinos de Perú, Javier Vargas, quien contó que tuvo que despedir a decenas de trabajadores por la pandemia.
Para recuperar el terreno perdido, algunos restaurantes diseñaron nuevos platos, entre ellos uno de cebiche de pescado sazonado con la llamada «leche de tigre anticovid».
La «leche de tigre» es una mezcla tradicional de pescado triturado, jugo de limón, ají y otros aliños para sazonar al cebiche de pescado.
«La mejor forma combatir el covid y cualquier enfermedad es la mejor alimentación», aseguró Vargas.