Retención de personal requiere una estrategia de pagos adicionales al salario

La carrera contra la inflación, la caída en las ventas, la pérdida de personal y ahora un ambiente crispado por la tensión política, definen el escenario al que sobrevive la empresa privada venezolana, que debe prepararse para un nuevo aumento salarial.

A pesar de las expectativas de un eventual cambio político, la economía sigue postrada. El reciente apagón nacional afectó aún más el deteriorado clima empresarial, en el que sus actores ya no cuentan con el crédito bancario –ante el aumento del encaje legal- como una opción para recuperar los daños materiales de la prolongada falla eléctrica o de los saqueos que se produjeron durante esos días.

Las opciones para poder reaccionar a un entorno cambiante son cada vez menores. Dependerá mucho del sector en el que se desarrollen las actividades y en este sentido el comercial ha sido el más golpeado, mientras que la manufactura y empresas de servicio reducen o sacrifican sus márgenes de ganancia para mantenerse operativas.

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