Reuters: Pdvsa acordó con empresa sin capacidad productiva canje de crudo por alimentos y después la demandó
Ante las sanciones de Estados Unidos, que han espantado a los principales compradores de petróleo y han privado a su gobierno de dinero en efectivo, Venezuela firmó el año pasado un acuerdo con una empresa local poco conocida para intercambiar crudo por alimentos, informó Reuters.
El pacto estipuló la entrega, por parte de Pdvsa, a partir de diciembre de 2020, de más de 6 millones de barriles de crudo, por un valor de casi 260 millones de dólares, a una empresa llamada Supraquimic C.A., que debía suministrar alimentos para mantener el alicaído programa de entrega de cajas CLAP.
Pero el acuerdo se vino abajo cuando Pdvsa acusó a dos ejecutivos vinculados a Supraquimic de malversar los ingresos, según los cargos penales presentados por los fiscales venezolanos a finales de marzo.
Este informe sobre el acuerdo y su extinción se basa en documentos internos de Pdvsa consultados por Reuters, documentos judiciales presentados por los fiscales y en entrevistas con tres fuentes familiarizadas con la situación.
Este caso ofrece una rara mirada al interior de una de las maniobras que el gobierno socialista de Venezuela ideó para seguir exportando crudo -el sustento de su asediada economía- a pesar de las sanciones de Estados Unidos.
– El gato y el ratón –
El acuerdo de Supraquimic es también el último ejemplo de cómo Venezuela, aislada del sistema financiero internacional y prácticamente ayuna de divisas, luego de casi 8 años de recesión económica, ha recurrido al trueque de su crudo. Anteriormente ha utilizado el petróleo para pagar deudas, comprar gasolina y diésel, y adquirir camiones cisterna. Maduro incluso ha propuesto utilizar el petróleo para comprar vacunas contra el coronavirus.
Igualmente importante, el acuerdo con Supraquimic proporcionó a Pdvsa un nuevo cliente. Desde que Estados Unidos puso a la petrolera estatal venezolana en la «lista negra» a principios de 2019, muchos compradores importantes han dejado de hacer negocios con la empresa
En su lugar, una serie de misteriosas empresas de reciente creación y sin experiencia petrolera previa se han constituido para comprar el petróleo mezclado de Pdvsa, incluyendo firmas mexicanas y rusas previamente desconocidas.
Las compras de estos nuevos actores han permitido que las exportaciones de crudo de Venezuela muestren un incremento considerablemente este año, según los documentos internos de embarque de Pdvsa y los datos de seguimiento de buques de Refinitiv Eikon.
«Es sorprendente cómo Venezuela ha cambiado para superar las dificultades derivadas de las sanciones, lo que está haciendo que el comercio de petróleo de Venezuela sea cada vez más opaco», dijo Francisco Monaldi, investigador de Política Energética de América Latina en el Instituto Baker de la Universidad de Rice.
Todo forma parte del juego «del gato y el ratón» que Caracas está haciendo con las autoridades estadounidenses para seguir vendiendo su producto más importante. Washington ha prohibido a las empresas estadounidenses comprar petróleo venezolano y ha amenazado con castigar a las firmas con sede en cualquier parte del mundo que hagan negocios con Pdvsa.
«Maduro y sus partidarios han intentado explotar la política de Estados Unidos en apoyo de las transacciones relacionadas con la ayuda humanitaria, disfrazando sus intentos de exprimir los beneficios de los recursos venezolanos como planes de petróleo por alimentos», dijo un portavoz del Departamento de Estado en un comunicado.
«No adelantamos nuestras sanciones, pero por supuesto los esquemas de evasión pueden resultar vulnerables a las sanciones», decía el comunicado.
El acuerdo de Supraquimic también demuestra los peligros potenciales para las empresas que hacen negocios con el gobierno de Venezuela, que ha polemizado y atacado repetidamente al sector privado, incluso cuando el Partido Socialista ha cortejado su inversión para impulsar la economía.
En 2015, por ejemplo, cuando Venezuela se vio sacudida por la escasez de bienes esenciales, las autoridades detuvieron a los ejecutivos de una cadena de farmacias y a los trabajadores de una importante empresa de alimentos bajo la acusación de acaparar suministros para desestabilizar la economía, algo que ellos negaron.
Los industriales venezolanos han culpado a las políticas económicas socialistas de Maduro de los problemas de la nación.
«El principal riesgo de hacer negocios con el gobierno no es que vayas a perder dinero o que tus activos vayan a ser expropiados. Es que vas a terminar en la cárcel«, dijo José Ignacio Hernández, especialista en derecho administrativo y regulación económica de Venezuela en la Harvard Kennedy School y ex representante legal de la oposición venezolana.
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El Ministerio de Información de Venezuela no respondió a una solicitud de respuesta a las afirmaciones de Hernández.
– ¿Trueque por nada? –
Estas tensiones volvieron a aparecer el 30 de marzo, cuando las autoridades venezolanas emitieron órdenes de arresto contra el presidente de Supraquimic, Óscar García, así como contra José Llamozas, propietario de empresas que vendían alimentos a Supraquimic. Ambos fueron acusados de malversación de fondos, colusión entre un funcionario público y un contratista, y asociación ilícita, según la solicitud de la fiscalía a un juez no identificado por Reuters.
García, que se encuentra en paradero desconocido, no respondió a las llamadas telefónicas, correos electrónicos y mensajes a los perfiles de las redes sociales en busca de comentarios. Reuters no pudo determinar si García fue detenido o si tiene representación legal.
Llamozas, que estuvo encarcelado durante tres meses antes de ser excarcelado el 2 de julio, a la espera de un posible juicio, no respondió a los mensajes enviados a los números de teléfono y a las direcciones de correo electrónico que figuran para sus empresas. El abogado defensor de Llamozas no respondió a las solicitudes de comentarios.
En Venezuela, los fiscales primero acusan a un sospechoso y luego investigan más a fondo, antes de decidir si recomiendan o no a un juez que el caso siga adelante, según José Vicente Haro, profesor de Derecho de la Universidad Central de Venezuela.
El acuerdo entre Pdvsa y Supraquimic comenzó con una solicitud del Ministerio de Alimentación para garantizar el suministro de sus cajas CLAP, un programa de entrega de alimentos del que dependen muchas familias para sobrevivir, según una copia de un contrato entre las dos empresas y el ministerio que fue vista por Reuters.
Ese contrato, fechado en abril de 2020 y descrito como una «alianza estratégica», estipulaba que Supraquimic recibiría hasta 5 millones de barriles de crudo al mes de la petrolera estatal, a cambio de suministrar productos alimenticios de igual valor al Ministerio de Alimentación. Supraquimic, a su vez, estaría libre para comercializar el petróleo adquirido.
Supraquimic fue fundada por García en Caracas en 2015, según los registros comerciales del gobierno. En total, la empresa recibió de Pdvsa seis cargamentos entre el 28 de diciembre de 2020 y el 10 de febrero de 2021, por un total de 6,2 millones de barriles valorados en 257,8 millones de dólares, según facturas internas de la petrolera vistas por Reuters.
Los términos financieros de la operación estaban en línea con los precios del mercado en ese momento. Todos los cargamentos zarparon en tanqueros con destino a Asia, según las facturas y documentos de embarque de la estatal venezolana y los datos de Refinitiv Eikon.
La agencia británica no pudo determinar cuántos alimentos, si es que los hubo, entregó Supraquimic al programa CLAP. Pero según una carta del 4 de marzo escrita a los funcionarios de la compañía por Antonio Pérez Suárez, vicepresidente de abastecimiento y comercio de Pdvsa, no fue suficiente para satisfacer el acuerdo.
«Ustedes no han honrado sus compromisos de pago de acuerdo con los términos contractuales establecidos y aceptados por su empresa«, escribió Pérez Suárez en esa carta, vista por Reuters.
– Zapatero a sus zapatos: o vender alimentos sin producirlos –
Supraquimic no parece ser un fabricante de alimentos. Compró productos de empresas venezolanas como Alimentos Santa Lucía y Agroinsumos El Granero, ambas propiedad de Llamozas, según una fuente familiarizada con el acuerdo.
Las empresas de Llamozas acordaron vender alimentos por un total de 80 millones de dólares a Supraquimic en cuotas, dijo la fuente. Pero después de recibir el pago por la entrega de productos por un valor inicial de 8 millones de dólares, las empresas de Llamozas dejaron de enviarlos porque no recibieron más fondos, dejando a Supraquimic sin poder cumplir con sus obligaciones con el gobierno, dijo la fuente.
El 30 de marzo, Llamozas fue citado en las oficinas de Pdvsa, según la fuente y fue arrestado en el estacionamiento de la compañía petrolera, según el informe de arresto de la policía.
Mientras Llamozas estaba en la cárcel, Maduro encontró otra fuente de ayuda para alimentar a algunos de los 7 millones de venezolanos que, se estima, sufren inseguridad alimentaria en lo que fue una de las naciones más ricas de América Latina. El Programa Mundial de Alimentos de la ONU llegó en abril a un acuerdo con su administración para entregar raciones mensuales a los niños en edad escolar.
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