El fabricante británico de motores Rolls-Royce informó este jueves 27 de agosto que sufrió una pérdida neta de 5.400 millones de libras (7.100 millones de dólares) en el primer semestre, afectado sobre todo por la crisis del transporte aéreo provocada por la pandemia.
Esta crisis significa para Rolls-Royce menos pedidos y menos actividad de mantenimiento, lo que reducirá de manera sostenible su volumen de negocios, que ya ha disminuido en un 26% a 5.800 millones de libras (7.700 millones de dólares) durante el primer semestre, según un comunicado de prensa.
«Reaccionamos rápidamente para aumentar nuestra liquidez (…) para ayudarnos a enfrentar la incertidumbre, que persiste sobre la recuperación del sector de la aviación civil», comentó Warren East, director general del grupo.
Rolls-Royce, que opera en el sector aéreo, la defensa y la energía, tuvo una pérdida menor, de 909 millones de libras (1.200 millones de dólares) hace un año, debido a problemas técnicos con algunos motores.
El fabricante de motores, uno de los principales grupos industriales británicos, espera una recuperación muy lenta pues los pedidos de motores permanecerán por debajo de los niveles de 2019 hasta mediados de la década.
Rolls-Royce tomó una serie de medidas para atravesar la crisis, entre estas una amplia reestructuración de su rama aeronáutica, que incluye la eliminación de unos 9.000 empleos (17% del total).