Tras dos años de invasión, Rusia reconoció por fin que se encuentra en «estado de guerra» en Ucrania, horas después de lanzar una oleada de misiles y drones contra infraestructuras energéticas que causaron cinco muertos.
Rusia lanzó la madrugada del viernes casi 90 misiles y más de 60 drones explosivos, de fabricación iraní, contra la exrepública soviética y dañó «decenas» de instalaciones energéticas, incluyendo centrales eléctricas.
El ejército ruso aseguró que estos ataques eran «en represalia» a los bombardeos e incursiones ucranianas en sus regiones fronterizas.
Al menos cinco personas murieron y más de 20 resultaron heridas, según las autoridades ucranianas.
«Estamos en estado de guerra», dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, en una entrevista al medio progubernamental Argumenty i Fakty, tras haber insistido estos dos últimos años en que se trataba de una «operación especial» y rechazar el uso del término «guerra».
«Sí, esto empezó como una operación militar especial, pero en cuanto toda esta banda se formó, cuando el Occidente colectivo participó en todo esto al lado de Ucrania, para nosotros, se convirtió en una guerra», dijo el vocero.
Moscú acusa a las potencias occidentales de su participación directa en el conflicto al suministrar armas a Kiev.
Los bombardeos rusos de la madrugada del viernes alcanzaron a nueve regiones, desde Járkov a Zaporiyia cerca de la línea de frente hasta Leópolis e Ivano-Frankivsk, en el oeste de Ucrania, a cientos de kilómetros de la zona de combates.
«Hubo más de 60 Shahed y casi 90 misiles de diversos tipos durante la noche», informó el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
Los ataques fueron dirigidos contra «centrales eléctricas, líneas de alta tensión, una represa hidroeléctrica, residencias e incluso un trolebús», precisó el mandatario.
Cortes de electricidad
Fue «el mayor ataque contra la industria energética ucraniana de estos últimos tiempos», en palabras del ministro de Energía, German Galushchenko.
La segunda ciudad de Ucrania, Járkov, que antes de la guerra tenía casi 1,5 millones de habitantes, estaba privada por completo de electricidad y calefacción porque los bombardeos dañaron «gravemente» las instalaciones energéticas, dijo su alcalde Igor Terejov, según el cual el ataque «con más de 20 misiles» ha sido el «más potente» contra la localidad desde el inicio de la guerra.
«Decenas de instalaciones eléctricas quedaron dañadas. Cortes urgentes en siete regiones. El sistema eléctrico recibe ayuda de urgencia de tres países», indicó el operador ucraniano Ukrenergo.
Una de las líneas eléctricas que alimentan la central nuclear ucraniana de Zaporiyia, ocupada por Moscú, quedó cortada por un bombardeo, dijo Galushchenko.
«Esta situación es extremadamente peligrosa y amenaza con desencadenar una situación de emergencia, ya que si hay una posible desconexión de esta última línea de comunicación con la red eléctrica nacional, la central nuclear de Zaporiyia estará al borde de un nuevo ‘black-out'», advirtió Energoatom, el operador ucraniano.
Un muerto en Bélgorod
El ejército ruso presentó este ataque «masivo» contra Ucrania como «represalia» por las recientes operaciones militares de Kiev contra sus regiones limítrofes.
Los objetivos de los bombardeos fueron «infraestructuras energéticas y militar-industriales, ejes ferroviarios y arsenales», indicó.
El Kremlin siempre aseguró a la población rusa que el conflicto no le afectaría ni impactaría en el territorio, pero con las elecciones presidenciales rusas a mediados de marzo Kiev multiplicó los ataques.
Una persona murió y varias resultaron heridas el viernes en un bombardeo en la región rusa de Bélgorod, fronteriza con Ucrania.
Rusia ya lanzó la víspera un bombardeo masivo contra Kiev, el primero en la capital ucraniana desde principios de febrero. Ucrania derribó la treintena de misiles, aunque hubo 17 heridos por los restos de los proyectiles.
El mando de las fuerzas terrestres ucranianas consideró «posible» una ofensiva rusa en verano, que implicaría 100.000 hombres, aunque matizó que eran las «previsiones más sombrías» y que podría tratarse de un contingente para compensar las bajas.
El ejército ruso ha reivindicado estos últimos meses la toma de control de varios pueblos, ante unas tropas ucranianas desgastadas por la falta de munición y de hombres. Pero, en general, desde hace más de un año, hay pocos cambios importantes en el frente.
Zelenski criticó de nuevo la demora en la entrega de ayuda militar de sus aliados occidentales, y ha venido insistiendo en la urgencia de recibir más medios de defensa antiaérea.
En Estados Unidos, un paquete de 60.000 millones de dólares está bloqueado desde hace meses debido a las pugnas entre republicanos y demócratas en el Congreso.
«Los misiles rusos no tienen retraso, al contrario que los paquetes de ayuda a nuestro país. Los Shahed no son indecisos, a diferencia de algunos políticos», dijo Zelenski.
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