Enrique González, Economista y Master in Competition and MarketRegulation
Sector Aéreo: Entre la Esperanza y el Pragmatismo
Venezuela está viviendo una crisis que apenas está empezando a mostrar su peor rostro. El deterioro social y la depauperación económica son reflejo de una crisis que se acelera y que augura inercia incluso cuando en el corto plazo se tomaran ciertas medidas porque existen variables como la pobreza, la desnutrición, la deserción educativa, la inseguridad y sus causas, la pérdida de principios éticos e instituciones informales de civilidad, que no son modificables o recuperables en el corto plazo ni siquiera con la suerte de boom petrolero. Aquí cabe perfectamente la frase de que destruir lo que pudo haber costado erigir 40 años podría resultar fácil. Difícil, reconstruirlo.
Hasta donde los medios de comunicación impreso recogieron y publicaron el estatus y la bitácora de la situación de la deuda de las aerolíneas con sus casas matrices -hace unos dos años-, este compromiso financiero se encontraba alrededor de un nivel de 4.000 MM US$.
Varios han sido los referentes cambiarios que el sector privado ha visto pulverizar lo que resultan ingresos en bolívares por un lado y contables en divisas por el otro para las casas matrices; ante la imposibilidad de repatriación de beneficios, dividendos y royalties.
Ciertamente la esperanza de reducir estas pérdidas, por medio del cobro efectivo de parte de esta deuda en dólares ha mantenido a más de una empresa en cualquier sector económico, siquiera con una representación comercial en el país, reduciendo sus operaciones, desconsolidando operaciones e incluso actuando stand-by tipo Real Option antes de continuar comprometiendo pérdidas y recursos. Para muchas empresas nacionales, pero especialmente las trasnacionales, operar en una economía que se ha constreñido de forma brutal, donde muchos bienes por sus precios y costos ya resultan prescindibles para los hogares, y donde la capacidad de compra externa del país y la capacidad de compra interna del salario y el bolívar, no justifican su presencia; podría estar anunciando ajustes estructurales en muchos mercados.
BancayNegocios.com en su portal Web publicó una nota informativa el jueves 30-06-2016 intitulada: “Iberia no descarta dejar de volar a Venezuela”, por medio de la cual explican que “la aerolínea española Iberia no descarta suprimir sus vuelos a Venezuela si ve que «deja de tener sentido» operarlos, debido a la debilidad de la demanda”. “A Iberia le gustaría seguir volando a Venezuela y, de hecho, lo está haciendo, pero debido a las dificultades que atraviesa el país cada vez hay menos tráfico europeo, con lo cual la ruta se está debilitando«.
A diferencia de lo que pudieran creer muchas personas; el sector aéreo de pasajeros –así como el de mercancías- presenta una naturaleza tecnológica que determina una estructura de costos evitables muy importante: la flota, entre otros. En ocasiones fletar una aeronave para una ruta constituye por excelencia un costo evitable que puede perfectamente suprimirse o alternativamente, designar la flota a rutas más atractivas.
Las economías de densidad constituyen elemento crítico en la eficiencia y en la generación de valor en la actividad económica aeronáutica para cada mercado-ruta o país. La pérdida de atractivo del país, a pesar de los diferenciales cambiarios-porque no todo es dinero-, de la ubicación geográfica, de la posibilidad de constituir un nodo (Hub) geográfico,especialmente en el mercado de placer y turismo, donde la seguridad y la infraestructura resultan claves; ha desdibujado a Venezuela como destino y ruta de interés.Adicionalmente la depauperación del bolívar y de los sueldos y salarios ha disparado la prescindibilidad de este tipo de servicios para los venezolanos –sin considerar el hecho de la inoperancia del “dólar viajero”-.
Este tipo de anuncios por parte de Iberia, constituye un secreto a voces, no solo en este sector económico, sino en muchos otros, para quienes se les agota el tiempo en sus real options o en su toma de decisiones respecto a dónde ubicar sus recursos y continuar operando. Nadie desea abandonar mercados donde ha costado invertir en el valor y posicionamiento de una marca, pero este tipo de decisiones anuncian la poca credibilidad sobre la recuperación del país como mercado, en términos temporales y en su profundidad.
Por Enrique González, Economista UCV. Master in Competition and MarketRegulation, BGSE, Universidad PompeuFabra, Universidad Autónoma de Barcelona. Postgraduate Diploma in Economics for Competition Law, Kings College London. Master en Economía Industrial, Universidad Carlos III de Madrid. Programa Avanzado en Política de Competencia, Instituto de Empresas, IE. Master en Economía y Derecho del Consumo, UCLM. Especialización en Economía de los Sectores Telecomunicaciones, Energía, Transporte, Farmacéutico, Agua y Banca, Universidad Carlos III de Madrid, Universidad PompeuFabra.
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