#Exclusiva | Sector agrario reporta crecimiento mientras se enfrenta a las importaciones de alimentos
A pesar de haber experimentado un alza en la producción, Fedeagro apunta a que las importaciones de alimentos e insumos que se producen en Venezuela atentan contra en crecimiento del sector.
El crecimiento de la producción agraria en Venezuela ha sido paulatino en los últimos tres años pese a las condiciones adversas a las que se enfrenta el sector, según explicó el presidente de la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios de Venezuela (Fedeagro), Celso Fantinel.
El gremialista explicó a Banca y Negocios que, actualmente, se ha recuperado la producción en rubros como maíz blanco y amarillo, arroz, caña de azúcar, café y hortalizas. Sin embargo, este crecimiento no ha sido suficiente para remontar la cuesta ya que hay aspectos que frenan el crecimiento sostenido.
El representante de Fedeagro detalló cuatro problemas principales que afectan al sector: las importaciones de alimentos y los altos costos de la matera prima, cuyo gasto entre ambos equivale a los 3.000 millones de dólares en productos que “podrían producirse en el país”, son dos de los principales
“Debemos competir con productos importados que llegan al país sin aranceles y sin IVA”, precisó y a esto le sumó dos factores más: la entrega de comida subsidiada a través de los Comité Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) y los cambios en los patrones de consumo alimenticio como consecuencia de la diáspora que continúa en ascenso y el alza en el precio del dólar.
“El Gobierno restringe la liquidez en la obtención de divisas. Tenemos consumo y va en alza pero sigue siendo más bajo de lo que esperamos”, advirtió el representante agrario.
Importaciones: la piedra de tranca
Fedeagro apunta a que el sector no ha podido luchar contra el consumo de alimentos importados que hay actualmente en el mercado y mucho menos revertirlo, sobre todo porque la producción foránea también forma parte del esquema alimentario de la administración de Nicolás Maduro a través de los Clap.
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“No podemos competir con productos elaborados en países del primer mundo, donde hay apoyo e incentivos y que además son productos que, por sus bajo costo de importación son de menor precio e incluso son incluidos en el programa de alimentación Clap”, enfatizó.
En medio de este panorama, Celso Fantinel afirmó que la producción nacional de maíz blanco cubre el 80% de las necesidades de consumo, el arroz lo hace en un 50% y la caña de azúcar hasta en un 70% con una producción proyectada en 3.600.000 toneladas.
Pero, esto tiene una sombra. Los bajos precios de las importaciones y sobre todo en el rubro del trigo es un punto que genera preocupación en el gremio. “El mismo presidente Maduro anunció que el consumo de trigo aumentó 50%, pero en su mayoría se trata de trigo importado que llega al país sin pago de impuestos y sin IVA, como el caso de la pasta”, añadió.
El último trimestre del año: remontar la cuesta
La producción agraria nacional estima terminar el 2023 en crecimiento pese a las adversidades a las que se enfrenta. Celso Fantinel indicó que aunque en materia de agro hay alzas en la producción, hay trabas como el cambio en los patrones de consumo del venezolano, privilegiando el consumo de pan y pastas y menos harina precocida
En ese sentido, advirtió que también ha habido caída en el consumo de embutidos y de proteínas. “Sin embargo durante los últimos tres años, desde que se liberó la economía y hay libre oferta y demanda el país ha permanecido abastecido”, afirmó.
Indicó que en el sector, 2023 ha sido un año de crecimiento y recuperación, pero que esta producción se asemeja a la que había entre finales de la década de los 70 e inicios de los 80. “Queremos avanzar, no retroceder”, puntualizó.
Y para ello, apuntó como prioridad que el Gobierno Nacional defina y ejecute políticas públicas para desarrollar el campo e incentivar al sector.
En abril de este año, el representante gremial había advertido que se requería una inversión anual de 1.500 millones de dólares para mantener el crecimiento de sector. “Son 17 los estados del país que son agrícolas, por lo que si se suprime el petróleo, queda un país de producción agrícola y pecuario”, comentó actualmente.
Este sector, además, genera el 30% de la mano de obra agrícola nacional, aunque se enfrenta a escollos como unidades de producción desmejoradas y una disminución en los ingresos de los productores agrarios, los cuales en consecuencia mermaron su calidad de vida.
“Quisiéramos ser positivos para el último trimestre el año, que se mantenga e incremente el consumo con los incentivos económicos que los consumidores reciben al final de año”, refirió.
A finales de agosto pasado, Nicolás Maduro había anunciado la conformación de una Zona Económica Especial enfocada en el sector agrícola, con la finalidad, según anunció de orientar las inversiones públicas y privadas a la producción alimentaria en un área de 5.453.704 hectáreas.
Esta Zona Económica estaría centrada entre los estados Anzoátegui, Bolívar, Delta Amacuro, Guárico, Monagas y Sucre, con el desarrollo de proyectos dedicados la producción de maíz, soya, sorgo, girasol, maní, merey, algodón y leguminosas, así como a la ganadería bobina, caprina y bufalina.
La intención, según Nicolás Maduro, es captar capital de pequeños, medianos y grandes inversionistas, tanto nacionales como extranjeros.
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