El grupo petrolero anglo-holandés Royal Dutch Shell registró una pérdida neta de 18.100 millones de dólares en el segundo trimestre tras proceder a una gran depreciación de activos para reflejar los efectos de la pandemia, anunció la compañía.
En el mismo período del año pasado Shell había obtenido un beneficio de 3.000 millones de dólares, indicó en un comunicado.
La compañía incluyó en sus cuentas trimestrales una carga de 16.800 millones de dólares para tomar en cuenta la baja del precio del petróleo por la caída de la demanda provocada por la pandemia.
Igual que su competidora BP, Shell decidió incluir esta importante depreciación en un solo trimestre, aunque esto le obliga a publicar resultados con grandes pérdidas.
El grupo también tuvo que revisar a la baja el valor de sus activos teniendo en cuenta la debilidad de los precios del petróleo a causa de una demanda lastrada por la crisis sanitaria.
Los precios del petróleo se hundieron a partir de marzo e incluso llegaron a terreno negativo en abril aunque luego se recuperaron.
Actualmente se sitúan en unos 40 dólares el barril, un nivel muy inferior al del año pasado.
A la caída de la demanda se une el problema de una oferta muy abundante, pese a los esfuerzos de los países de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y de sus socios como Rusia para reducir la producción y apoyar los precios al alza.