Las reservas comerciales de petróleo crudo en Estados Unidos cayeron la semana pasada tras un alza inesperada la semana anterior, mientras que la actividad de las refinerías aumentó fuertemente, según un informe publicado este miércoles 16 de septiembre.
El crudo se redujo en 4,4 millones de barriles (mb) hasta situarse en 496 mb el 11 de septiembre, según el reporte semanal de la Agencia estadounidense de Información sobre Energía (EIA).
Los analistas habían anticipado un aumento de las reservas de más de 2 mb.
«La actividad de las refinerías aumentó claramente respecto a la semana anterior, tras el paso de los huracanes Laura y Marco» por el golfo de México, indicó Matt Smith, de la firma ClipperData.
Las refinerías estadounidenses funcionaron al 75,8% de su capacidad, un alza de cuatro puntos porcentuales respecto a la semana anterior.
Las importaciones de crudo cayeron de 5,42 millones de barriles diarios (mbd) a 5,01 mbd, un descenso explicado en parte por la baja importación de petróleo de Arabia Saudita, según Smith.
La monarquía árabe, líder de la Organización de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP), ha emprendido con sus socios una política de recorte de la producción para estabilizar el precio del oro negro.
Las exportaciones estadounidenses de crudo también retrocedieron, pasando de 2,94 mbd a 2,60 mbd.
En Cushing, Oklahoma, donde se sitúa el petróleo WTI cotizado en Nueva York, las reservas se redujeron en 100.000 barriles hasta 54,3 mb.
La reducción de las reservas de petróleo en Estados Unidos se vio limitada, sin embargo, por el repunte de la producción, que pasó de 10 mbd a 10,9 mbd.
«Simplemente regresamos a los niveles anteriores a los huracanes», precisó Smith. «Pero ya vemos que empieza a descender de nuevo con el huracán Sally», que golpea el sureste de Estados Unidos.
Las reservas de gasolina disminuyeron levemente (-400.000 barriles), cerca de la baja prevista por los analistas.
Y las de los productos destilados (carburante de calefacción o de avión) se redujeron en 3,5 mb, mucho más que la caída de 250.000 barriles anticipada por los analistas.
Los estadounidenses consumieron de media 18,1 mbd en las últimas cuatro semanas, lo mismo que la semana pasada, pero un 15,5% menos que en el mismo periodo del año pasado.