"Silicon Wadi", un proyecto israelí que promete proyectar Jerusalén-Este hacia el futuro
La «Silicon Wadi», con sus edificios de cristal y sus empleos en alta tecnología, promete en teoría proyectar Jerusalén-Este hacia el futuro pero la oposición y los comerciantes palestinos temen la expulsión.
En un vídeo, el ayuntamiento de Jerusalén elogia la centralidad y el «potencial» del barrio palestino de Wadi Al Joz, situado al pie de la Ciudad Vieja y rodeado de grandes carreteras.
El proyecto incluye 250.000 m2 para empresas de alta tecnología, 50.000 para comercios de todo tipo y otros 50.000 para hoteles por un coste total de 2.100 millones de séqueles (538 millones de euros), explica el ayuntamiento.
Para llevar a cabo esta visión futurista, las autoridades de Jerusalén tienen que relocalizar 200 comercios, talleres y tiendas.
Este proyecto podría significar la muerte del garaje familiar de Fathi Al Kurd, de 77 años, instalado desde 1966 en Wadi Al Joz.
«No podemos enfrentarnos a este gobierno pero queremos al menos que nos ofrezca una alternativa», dijo Al Kurd. «Mi hijo tiene cuatro niños, si no trabaja una semana él y los suyos pasarán hambre».
«Un empleado municipal ya vino a vernos el verano pasado para decirnos que la expulsión se preparaba», dice su hijo Mohannad.
En Israel, un país que se hace llamar «start-up nation», el sector de las altas tecnologías representa un 10% de los empleos y 50% de las exportaciones.
Y la alcaldía de Jerusalén espera transformar Wadi Al Joz, que concentra numerosos garajes, mecánicos y especialistas en carrocería, en «un nuevo centro de alta tecnología de Jerusalén-Este».
Bajo ocupación de Israel desde 1967, Jerusalén-Este tiene 300.000 palestinos y 200.000 colonos judíos.
Los terrenos destinados a la «Silicon Wadi» («wadi» significa valle en árabe, en referencia a la «Silicon Valley» estadounidense) siguen siendo la propiedad de las familias palestinas.
Nayef Al Kiswani dice tener 3.000 m2 en el sector. Con un camisa azul, sentado en su ferretería, afirma que hay negociaciones con el ayuntamiento sobre la cuestión.
Pero él también quiere su parte. «Quiero obtener una indemnización financiera y obtener licencias para construir tiendas, oficinas y apartamentos», dice.
«Este proyecto de las fuerzas de ocupación existe y nuestra oposición no cambiará nada», asegura.
Según el economista Mohammed Qirsh, si expulsan a los propietarios sin contrapartida, las pérdidas financieras serán «desastrosas».
Los que recibieron un aviso de expulsión quieren formar un comité para luchar contra la decisión.
– «¿Judaización»? –
Frente a la entrada de la carrocería, Jalil Al Hawash cree que el proyecto de «Silicon Wadi» –cuyo eslógan es «los sueños se convierten en realidad»— tiene por objetivo «vaciar la ciudad de sus habitantes palestinos».
Él también se pregunta si el ayuntamiento le dará una compensación o le ayudará a instalarse en otra parte.
«Es como si nos soltaran en medio de ninguna parte y nos dijeran ‘espabílense'» dice este padre de cuatro hijos.
Según el ayuntamiento, el proyecto debería al contrario permitir reducir las desigualdades económicas en Jerusalén-Este gracias a la creación de 10.000 empleos.
«Aumentará la tasa de empleo de las mujeres de Jerusalén-Este» y «aumentará la confianza entre los habitantes en esta parte de la ciudad, el ayuntamiento y el gobierno», promete el ayuntamiento.
Kamal Obeidat, el presidente de la Cámara de Comercio palestina de Jerusalén, critica un proyecto que según él tiene la ambición de «borrar» algunos sectores de la ciudad para «judeizarlos».
Jalil Al Tufakji, un investigador de la Asociación de Estudios Árabes de Jerusalén, cree también que la «Silicon Wadi» promueve una visión «política».
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