Tasa máxima del financiamiento interbancario llegó a 2.750 % en 2021 por la presión constante sobre la liquidez del sistema

El Banco Central de Venezuela mantiene la tasa de encaje legal en 85 %, lo que significa que los bancos siguen con niveles de liquidez altamente comprometidos, de manera que el mercado de créditos interbancarios a un día u «Overnight» se ha mantenido muy activo en los últimos años.

Aunque en enero de 2022 se ha registrado un ritmo de operaciones más bien lento, las cifras del BCV, al cierre de 2021, evidencian un período de alta presión, cuando la tasa máxima promedio de operaciones alcanzó a 2.750 % y se transó un monto de 5.786,66 millones de bolívares, equivalentes a 1.258 millones de dólares al tipo de cambio oficial de cierre de año.

La tasa promedio fue de 198,77 % en 2021, debido al progresivo descenso en el segundo semestre, ya que alcanzó máximos de 691,20 % en enero y 628,30 % en abril.

La estrategia de descuentos que el ente emisor aplicó para paliar la crisis de liquidez que genera el requerimiento de encaje sirvió de poco, un alivio de menos de tres meses en el mejor de los casos, pero en general la banca universal padece una situación deficitaria de reservas excedentes que se ha mantenido consecutivamente en los últimos 12 meses, por lo que un número importante de entidades deben recurrir al mercado «Overnight» para no salir de cámara de compensación.

La situación es compleja también por lo prolongada. Si se revisan las cifras oficiales de 2020, el saldo de reservas excedentes de la Banca frente a los requerimientos de encaje solo fue positivo en cuatro meses: abril, mayo, septiembre y noviembre.

En enero, el interbancario movió un total de 382,3 millones de bolívares, con una tasa promedio de 92,3 % y un costo máximo de 300 %. La muy importante dolarización de los depósitos bancarios, es posible que esté aliviando algo la situación, aunque las intervenciones cambiarias, que son ventas forzadas de divisas a los bancos por parte del BCV, complican también la gestión de las posiciones en bolívares de las entidades, porque el contravalor de estas operaciones se descuenta de las cuentas corrientes de las instituciones en el emisor.