Torino: Chile tiene el reto de lograr un difícil equilibrio político

Chile realizó el pasado domingo 25 de octubre un referéndum con el propósito de consultar a la población sobre la necesidad de redactar una nueva Constitución y cambiar la Carta Magna que se encuentra vigente desde 1980, aprobada durante la dictadura del general Augusto Pinochet.

La idea del plebiscito surgió como consecuencia del estallido social que inició el 18 de octubre del año 2019, provocado por el descontento social que se derivó de temas como la educación, economía, transporte público, salud y pensiones.

El detonante del malestar ciudadano fue la decisión del presidente Sebastián Pinera de subir el precio del pasaje del metro en 30 pesos, llegando a un máximo de 830 pesos (USD 1,17), sostiene en su más reciente reporte, Torino Economics, la unidad de investigación de la consultora financiera Torino Capital.

Añade Torino Economics que el descontento social aumentó la presión para el gobierno chileno, con acciones como saqueos en los supermercados, quema de diversas estaciones del metro, entre otras actividades violentas en las calles (principalmente en Santiago de Chile), las cuales dejaron en evidencia el malestar de los chilenos por las medidas tomadas.

De esta manera, el Gobierno se vio obligado a decretar un estado de emergencia y tiempo después, el presidente Piñera suspendió el aumento en la tarifa.

Sin embargo, la decisión de suspender el aumento no fue suficiente, la crisis social continuaba y las manifestaciones seguían presentes. Con el tiempo, ante la presión latente por un cambio estructural en las condiciones de vida que la sociedad demandaba, el Gobierno en conjunto con los principales partidos politicos del oficialismo y la oposición, ademàs del Senado, acordaron el 15 de noviembre de 2019 convocar a un referéndum constitucional con el objetivo de dar respuesta a las demandas de los ciudadanos.

El acuerdo consistió en plantear un mecanismo que permitiría reformular temas focales como la legitimidad política, la redistribución del poder y bienes públicos. El referéndum estaba programado para el pasado 26 de abril.

No obstante, con el surgimiento de la pandemia del COVID-19 en Chile el 3 de marzo, el país suramericano se vio fuertemente afectado, reportando un total de 502.063 casos y 13.944 fallecidos al 25 de octubre, siendo la región metropolitana la más impactada.

De esta forma, ante la coyuntura nacional, el Gobierno decidió postergar la elección para el 25 de octubre de 2020 con un protocolo sanitario especial, el cual consistió en el uso obligatorio de mascarillas y distanciamiento social, así como un horario especial para personas mayores de 60 años.

En el plebiscito, los chilenos debieron responder dos preguntas sometidas a consulta:  1. ¿Quiere usted una nueva constitución? 2. ¿Qué tipo de órgano debiera redactar la nueva constitución?, resalta Torino Economics.

– Resultados del referéndum constitucional –

 En horas de la noche del domingo, se dieron a conocer los resultados preliminares del referéndum, en el cual se escogió, con amplia ventaja, la creación de una nueva constitución. Con casi el 100% de los votos escrutados, el referéndum constitucional fue aprobado por la población chilena, con un 78,27% de los votos a favor y 21,73% en contra, ubicándose por encima de lo que las encuestas prelectorales esperaban.

A su vez, se eligió el tipo de órgano que redactaría la nueva constitución, aprobándose la opción de una convención constitucional, por encima de la opción de tener una convención mixta en la que la mitad de los miembros pertenecerían al grupo de diputados actualmente electos al Parlamento.

Además, el referéndum contó con una participación ciudadana del 50, 9%, es decir, acudieron a las urnas 7.562.173 personas de un universo de 14.855.719 electores. Pese de ser unas de las elecciones con mayor cantidad de votantes desde el regreso de la democracia, la participación estuvo por debajo de lo esperado, ya que las principales encuestas del país mostraban una posible participación mayor al 70%.

Estas encuestas planteaban un escenario a favor a la opción de aprobarse el referéndum, pero con un margen de diferencia menor. La Encuesta Criteria mostraba una aprobación del 72% a la primera pregunta, mientras se esperaba un apoyo del 59% a la segunda pregunta de formar una convención constitucional. A su vez, la Encuesta de Nunem mostraba solo una diferencia de cinco puntos en la elección.

Por su parte, la encuestadora Cadem realizó un sondeo poselectoral sobre el perfil de los votantes por cada opción. Destacan que los jóvenes entre 18-34 años fueron el rango etario con mayor aprobación al referéndum con un 85%, mientras que el de las personas por encima de los 55 años fueron los que menor apoyo mostraron al cambio de constitución.

A su vez, el 69% de las personas que se identificaban como de “derecha” rechazaron el referéndum, siendo la única representación ideológica que mostró un rechazo contundente.

Finalmente, entre las razones dadas para votar por el “apruebo”, se alegaron la búsqueda de mayores garantías en los derechos sociales, acabar con la constitución de Pinochet, contribuir a una mejora en salarios y calidad de vida y cambiar el sistema politico, reseña Torino Economics.

– ¿Qué sucederá ahora? –

De acuerdo con el Servicio Electoral de Chile (Servel), el 11 de abril del 2021 el país deberá volver a las urnas, en esta ocasión para elegir a los miembros de la Convención Constituyente.

A través de esta, serán elegidos 155 miembros de forma paritaria entre hombres y mujeres, reservándose de igual forma un número para representantes de los pueblos indígenas. Posteriormente, la Convención Constituyente estará a cargo de redactar la nueva Carta Magna, teniendo un plazo de nueve meses, con un posible lapso de 3 meses de prórroga que puede ser solicitado, para la entrega de la propuesta constitucional, previendo que, a finales de 2021 o inicios de 2022, se tenga disponible una versión final de esta.

Así, se espera que, en el segundo semestre de 2022 bajo voto obligatorio, sea ratificado por un referéndum constitucional de salida. En esta última etapa, por ser obligatoria, se debe garantizar que todos los ciudadanos puedan ejercer derecho al voto, indistintamente de ciudadanos contagiados o no por COVID-19, por lo que el protocolo sanitario deberá ser más cauteloso.

Para la última etapa de aprobación, Torino Economics destaca que el Plebiscito no podrá ser ni en enero o febrero, ni 60 días antes o después de otra elección, teniendo en cuenta que las elecciones presidenciales y parlamentarias en Chile están pautadas para el 21 de noviembre de 2021, con una posible segunda vuelta electoral el 19 de diciembre.

– Enfoque de Torino Economics –

Los resultados obtenidos en este referéndum, sobre todo su margen de diferencia, estuvieron por encima de lo esperado por el mercado. La contundente aprobación de una nueva constitución tuvo un efecto en los activos chilenos, entre los que cabe destacar, a su moneda, el peso chileno, que se depreció en 0,4% en el inicio del mercado, y su principal producto de exportación, el cobre, que sufrió una caída del 1,5% en su valor.

A su vez, la extensión del proceso constitucional en los próximos dos años, con un cambio de mandato presidencial y de miembros del parlamento en medio, incrementa la incertidumbre sobre el devenir del país austral, por lo que se espera que la elaboración de una nueva constitución, con fecha estimada de finalización para el 2022, puede llevar a nuevos ajustes hacia escenarios negativos en las previsiones de las agencias calificadoras de riesgo, además de generar mayores salidas de capitales.

De esta forma, con las expectativas de este resultado, el pasado 15 de octubre, la agencia Fitch degradó a Chile a A- desde A, y cambió sus expectativas de estables a negativas.

En este sentido, Torino Economics estima que la aprobación de una nueva Constitución es el primer paso para establecer un largo camino de grandes retos al país austral, y que permitirá sentar las bases para restablecer el equilibrio social, luego de un año de protestas y descontento social.

A su vez, se cree que el mayor reto estará ahora en la capacidad de las partes de llegar a acuerdos para lograr un marco constitucional que permita al país alcanzar un equilibrio entre retomar su senda de crecimiento y crear las estructura para cumplir las demandas de mejores condiciones de vida que exige la población; entendiendo que este tipo de cambios estructurales no se obtiene de un día para otro, sino con un trabajo de años.

A corto plazo, se considera que se debe estar atentos a quienes serán los miembros electos a la convención constitucional, una vez rechazada la opción mixta. Este dato, más las señales que se pueda dar desde el ámbito político dentro del país, serán claves en los próximos meses y durante el próximo año, concluye Torino Economics en su informe.