Tras acuerdo con el FMI, Macri enfrenta desafío social

Con su acuerdo con el FMI, Argentina eligió un camino doloroso y antipopular para resolver la ecuación económica y desarmar una suerte de bomba de tiempo social a 16 meses de las elecciones presidenciales.

Aún antes de haber firmado el acuerdo que prevé un programa de austeridad para bajar el déficit fiscal, el gobierno ya enfrentaba una presión creciente de los sindicatos, con manifestaciones cotidianas y una amenaza de huelga general.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) le otorgó a Argentina un salvavidas crediticio ‘stand by’ de 50.000 millones de dólares, para «evitar la crisis», dijo el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne.

Argentina tomó el compromiso de un ajuste escalonado en las cuentas del Estado y debe bajar su meta de déficit fiscal de 3,2% a 2,7% del PIB en 2018. El objetivo es llegar paulatinamente a un superávit fiscal de 0,5% del PIB en 2021.

El plan prevé el recorte de los salarios que ya perdieron poder adquisitivo por la inflación de mas de 20% anual y la depreciación de la moneda, lo que redundará en mayor descontento.

– Costo social alto –

«Hay que decir basta porque esto es más ajuste para el pueblo argentino, están hipotecando el futuro. El acuerdo con el FMI es un blindaje para garantizar la especulación financiera, esto es menos educación, menos salud. Lo empezamos a pagar ahora con un costo social muy alto», declaró Roberto Baradel, dirigente del gremio docente.

Macri asumió en diciembre de 2015 con la promesa de vencer con facilidad la inflación, pero tras dos años y medio está lejos de haberlo logrado.

En 2017, el alza del costo de vida fue de 25% y acumuló casi 10% en el primer cuatrimestre de este año, empujada además por la depreciación del peso.

«Hoy el mayor factor de crecimiento de la pobreza es el efecto inflacionario, es el que más erosiona los ingresos. Si el programa (del acuerdo con el FMI) tiene un efecto contractivo sobre el crecimiento, eso se va a agravar», advirtió a la AFP el politólogo Gabriel Puricelli.

Dujovne reconoció que se frenará el crecimiento de la economía y que la inflación será más alta que lo previsto.

La meta del 15% de inflación para 2018 terminó siendo solo un techo para las negociaciones salariales, mientras que los consultores económicos prevén que el costo de vida subirá 27% este año.

– Austeridad –

Poco antes de anunciar el acuerdo con el FMI, Dujovne logró demorar unos días un inminente llamado a paro general, ofreciendo un paliativo elevando en 5% el techo para la discusión salarial. La decisión pasó para la semana próxima.

«Las paritarias (negociaciones salariales) acordadas ya no están en línea con la inflación. El tema es qué va a pasar con el dólar y los precios. El nivel de ingresos de los asalariados se va a hacer ‘pomada’ (trizas)», ilustró Julio Burdman, doctor en Ciencias Políticas de la privada Universidad Di Tella.

El instituto económico Capital Economics considera que el acuerdo de Argentina-FMI «va a ayudar a restaurar la confianza de los inversores» pero advierte que «el ambicioso plan de ajuste será difícil de poner en práctica. Los Presupuestos 2019 y 2020 deberán ser aprobados por el Congreso, donde la coalición de gobierno solo detenta el 40% de las bancas».

«No se sabe aún cómo será el programa de austeridad, pero incluirá probablemente recortes salariales en la administración pública», destaca Capital Economics, que teme que «el acuerdo sea puesto en tela de juicio si un gobierno populista llega al poder» en las presidenciales de 2019.

Los mercados temen un regreso de la expresidenta Cristina Kirchner (peronista de centroizquierda), que conserva un sólido capital político con un 30% del electorado, pero también tiene fuerte opinión negativa.

Antes de la última crisis del peso de abril-mayo que lo llevó recurrir al FMI, Macri se encaminaba hacia su reelección en octubre de 2019. Pero la crisis hizo mella en su popularidad, aunque se vio beneficiado hasta ahora por la fragmentación de la oposición.

Sin embargo, en mayo la oposición dio una advertencia al unirse en el Congreso para votar un proyecto que retrotraía el fuerte aumento de tarifas de luz, gas y agua. Macri se vio forzado a vetarlo.

Aún falta mucho para hacer previsiones electorales pero «no hay antecedentes en Argentina de que un gobierno haya logrado su reelección estando en recesión», apuntó Puricelli.