Estados Unidos lanzó el miércoles 1 de abril una vasta operación antidrogas en el Caribe con la mira puesta en el «régimen corrupto» de Venezuela encabezado por Nicolás Maduro, días después de inculpar al mandatario de «narcoterrorismo» y ofrecer 15 millones de dólares de recompensa para detenerlo.
El presidente Donald Trump anunció el incremento de las operaciones del Comando Sur, que supervisa las actividades de defensa en América Latina y el Caribe, alegando que los carteles de la droga intentan aprovechar la pandemia de la COVID-19 para impulsar su negocio.
«Hoy (miércoles 1 de abril) Estados Unidos está lanzando operaciones antinarcóticos reforzadas en el hemisferio occidental para proteger al pueblo estadounidense del flagelo mortal de las drogas ilegales», dijo Trump en rueda de prensa en la Casa Blanca.
«No debemos permitir que los carteles de la droga exploten la pandemia para poner en riesgo la vida de los estadounidenses», agregó.
Trump dijo que ya se estaban desplegando más destructores de la Marina, barcos de combate y aeronaves de vigilancia, que se suman a las patrullas de la Guardia Costera con el objetivo a rastrear y confiscar drogas provenientes de América Central y Sudamérica.
El mandatario habló junto al secretario de Defensa Mark Esper, el jefe del Estado Mayor Conjunto, Mark Milley, el fiscal general, Bill Barr, y el asesor de Seguridad Nacional, Robert O’Brien.
Según explicaron, el foco está puesto en el «régimen corrupto» de Maduro y su supuesta colaboración con narcotraficantes colombianos para enviar cientos de toneladas de cocaína y otras drogas hacia el norte por aire y mar.
«Estas fuerzas adicionales casi duplicarán nuestra capacidad para llevar a cabo operaciones antinarcóticos en la región», dijo Esper.
«Los actores corruptos como el ilegítimo régimen de Maduro en Venezuela confían en las ganancias derivadas de la venta de narcóticos para mantener su poder opresivo», agregó.
– «Máxima presión» –
Milley dijo que habían recibido información de inteligencia reciente sobre que los carteles de la droga vieron en el brote de COVID-19 una oportunidad para tratar de enviar más drogas a Estados Unidos.
«Estamos en guerra con terroristas, estamos en guerra con el COVID-19, y también estamos en guerra con los carteles de la droga», dijo.
El jueves pasado, Maduro y una docena de funcionarios y exfuncionarios venezolanos fueron acusados en Estados Unidos de usar la cocaína «como un arma» contra ese país en las últimas dos décadas.
El Departamento de Justicia señaló a Maduro, integrante del gobierno de su predecesor, el fallecido ex presidente Hugo Chávez (1999-2013), de liderar el denominado Cartel de los Soles y de trabajar junto con la extinta guerrilla colombiana de las FARC, considerada una «organización terrorista» por Washington.
Barr dijo que se traficaban unas 250 toneladas de cocaína por año.
«Mucho de eso viene por mar, pero también, debido a la presión que estamos aplicando allí, están tratando de establecer una ruta aérea desde Venezuela hacia América Central, que es una de las razones por las que estamos tratando de avanzar con firmeza contra ese régimen corrupto», afirmó.
El gobierno de Trump continuará con su política «de máxima presión para contrarrestar las actividades malignas del régimen de Maduro, incluido el tráfico de drogas», dijo O’Brien, asegurando que la estrategia antinarcóticos no se detendrá aunque se trabaje «las 24 horas para luchar contra la propagación del nuevo coronavirus».
– «Manipulación horrorosa» –
Desde Caracas, Maduro deploró la «escalada contra Venezuela» cuando Estados Unidos vive una «crisis humantaria» por el brote del coronavirus, que deja ya más de 200.000 infectados y unos 4.800 muertos.
«Es una manipulación horrorosa, miserable de Donald Trump para tratar de desviar la atención», dijo en un programa de televisión conducido por el número dos del oficialismo, Diosdado Cabello, también acusado de «narcoterrorismo» por los fiscales estadounidenses.
Más temprano, el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, saludó que «por primera vez en décadas las autoridades de Estados Unidos se dispongan a tomar acciones para resguardar sus fronteras históricamente permeables, descuidadas y vulnerables», señalando que «miles de toneladas anuales de drogasa» ingresan provenientes de su «aliado» Colombia.
El líder opositor venezolano Juan Guaidó, a quien Estados Unidos y unos 60 países reconocen como presidente encargado, celebró en un comunicado el despliegue como «una acción positiva para frenar las redes narcoterroristas que ha impulsado el régimen de Nicolás Maduro».
El martes, el gobierno de Trump, que desconoce por «fraudulenta» la reelección de Maduro en 2018, propuso un plan para superar la «grave crisis política, económica y humanitaria» venezolana, ofreciendo levantar las sanciones aplicadas a Caracas a cambio de que un gobierno de transición, sin Maduro y sin Guaidó, organice nuevas elecciones.