El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no descartó un eventual levantamiento de las sanciones a Irán para allanar el camino hacia un encuentro con su homólogo iraní, Hassan Rohani.
Ávido de apretones de manos históricos y por adentrarse en lugares donde sus predecesores nunca fueron -como sus cumbres con el líder norcoreano, Kim Jong Un- el inquilino de la Casa Blanca sopesa desde principios de septiembre un encuentro cara a cara con el presidente iraní.
«Todo es posible», respondió a principios de la semana pasada cuando le preguntaron sobre un posible encuentro en Nueva York al margen de la Asamblea General de la ONU, a finales de septiembre.
Interrogado específicamente en el Despacho Oval sobre si estaría dispuesto a levantar las sanciones contra Irán para mantener un encuentro con Rohani, Trump se mostró especialmente evasivo: «Ya veremos», se limitó a contestar.
«Creo que Irán tiene un potencial enorme», volvió a decir, una forma de reafirmar que su administración no busca «un cambio de régimen». «Esperamos poder llegar a un acuerdo. Si eso no es posible, también está bien. Pero creo que quieren tener éxito», vaticinó, debido a «las enormes dificultades financieras» de la república islámica.
Según informó la agencia Bloomberg, hace poco Trump habló abiertamente durante una reunión en la Casa Blanca de la posibilidad de suavizar las sanciones impuestas a Teherán a cambio de un cara a cara con Rohani. La idea del presidente tuvo seguidores, como el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, y detractores, liderados por el entonces asesor de Seguridad Nacional, John Bolton.
La destitución de Bolton el martes podría ayudar a hacer realidad un encuentro considerado imposible durante mucho tiempo.
«La idea de que Irán reciba beneficios económicos tangibles solamente por dejar de hacer aquello que no tendría que haber hecho jamás está descartada», dijo el exasesor a finales de agosto.
Las relaciones entre Washington y Teherán se tensaron después de que Trump retirara a Estados Unidos en 2018 de un acuerdo internacional firmado tres años antes. El mandatario consideraba demasiado laxo el texto que busca que Irán no acceda a armas nucleares.
El pacto fue rubricado por Irán y los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad (Gran Bretaña, China, Francia, Rusia y Estados Unidos), además de Alemania.
– «Terrorismo económico» –
Desde Irán consideran que no se reunirán con el gobierno estadounidense mientras siga la presión.
Rohani dijo a su homólogo francés, Emmanuel Macron, en conversación telefónica el miércoles que las conversaciones con Estados Unidos «no tienen sentido» si no se levantan las sanciones.
«El gobierno, el parlamento y el pueblo iraníes consideran que negociar con Estados Unidos no tiene sentido mientras las sanciones sigan vigentes», dijo Rohani a Macron, según el sitio web del gobierno.
«Mientras el gobierno de Estados Unidos mantenga su terrorismo económico y las crueles sanciones sobre el pueblo iraní, no hay espacio para negociaciones», afirmó Majid Takht-Ravanchi, representante de Irán en la ONU.
«No podemos ser más claros sobre el hecho de que estamos decididos a implementar esta campaña de máxima presión y que no tenemos la intención de otorgar excepciones o derogaciones», había declarado a principios de septiembre el enviado de Estados Unidos para Irán, Brian Hook. «Estados Unidos está intensificando su campaña de máxima presión», agregó entonces.