Una fantástica Muguruza se impone a Kerber y ya está en cuartos de Wimbledon

Llegó la hora de la verdad y no falló. Una fantástica Garbiñe Muguruza se coló en los cuartos de final de Wimbledon al imponerse en un soberbio partido a Angelique Kerber, actual número 1 del mundo. La española, tras dos horas y veinte minutos de juego, ganó por 4-6, 6-4 y 6-4, mostrando una gran fortaleza mental en todo momento. La española, finalista en 2015, se enfrentará en cuartos contra la rusa Svetlana Kuznetsova, que derrotó a la polaca Agnieszka Radwanaska, por 6-2 y 6-4.

Las dos tenistas ya se enfrentaron en Wimbledon en 2015, ganando en aquella oportunidad Garbiñe (7-6, 1-6 y 6-2). Era la octava oportunidad en la que se medían la tenista nacida en Caracas y Kerber, y la española ya domina a la alemana por cinco a triunfos a tres. Además, Muguruza suma cinco victorias consecutivas ante la alemana, que partía como favorita en este encuentro, reseñó elconfidencial.com

Con la victoria de Muguruza, Kerber perderá el puesto de número uno. La rumana Simona Halep, si logra las semifinales, ocupará su lugar. Si no, la checa Karolina Pliskova, eliminada en segunda ronda, aparecerá este lunes 17 de julio en la cima de la lista WTA. Garbiñe y Angelique disputaron el mejor partido del torneo femenino hasta el momento. La germana mostró una seguridad intratable, con dos errores no forzados en el primer set, y uno solo en el segundo, salvando con maestría los furibundos ataques de la española.

Un muro

Ante este auténtico muro Garbiñe no cejó en su empeño de atacar y atacar sin descanso, jugándoselo todo en la red donde llegó en 54 ocasiones, con 35 aciertos. La española necesitaba dos voleas prácticamente para derribar el muro de su rival, que cerraba los huecos con acierto, ante la desesperación de ‘Garbi’ y de su entrenadora, Conchita Martínez.

Garbiñe logró por fin romper el servicio de Kerber en el décimo juego del segundo set, a la segunda oportunidad. Habían transcurrido 88 minutos, y el paso a cuartos era incierto, porque ambas se encontraban bien de físico, aunque la española lucía desde el principio una banda en el muslo izquierdo.