'Una pasión con la que puedo ganar dinero': el mercado de las cartas deportivas de colección en EE UU
Detrás de la vitrina de un local sin pretensiones en Greenwich Village, Nueva York, Estados Unidos, una docena de hombres abren sus maletas negras: adentro hay cartas deportivas de colección, una pasión y un mercado impulsado por la pandemia.
En esta jornada, la excitación es mayor a lo habitual por la novedad de que un fondo de inversiones basado en San Francisco anunció que una carta con la imagen del basquetbolista de los Golden State Warriors, Stephen Curry, alcanzó un valor de 5,9 millones de dólares.
Michael Campobasso, un joyero de 38 años, cuenta con este récord para que aumente el valor de otra carta de Curry que posee, de la temporada 2009-2010, cuando el triple campeón de la NBA todavía era un novato.
«Podría venderla por 80.000 dólares», se entusiasma Campobasso, que pagó por ella 25.000 dólares el año pasado.
El mercado de cartas deportivas de colección ha estado en alza en los últimos años, pero el confinamiento por la pandemia avivó el espíritu coleccionista y muchos se sumaron a este hobby, mientras algunos inversores empujaban los precios.
«Eso tuvo un impacto masivo», señala Jacob Salter, de 25 años y jefe de producto de Bleecker Trading, la firma que organizó la jornada en Greenwich Village.
«Las personas se aburrían en sus casas. Recuperaron sus recuerdos de infancia y comenzaron a comprar cartas deportivas», explicó.
Béisbol y baloncesto
En Estados Unidos, el béisbol dominó el sector, pero el éxito en 2020 de la serie «The Last Dance», sobre Michael Jordan y sus Chicago Bulls, puso al básquet en el centro de la escena.
En febrero de 2021, una carta dedicada por la leyenda de los Bulls se vendió en una subasta a 1,44 millones de dólares. En abril, una carta con la imagen de LeBron James novato se vendió en 5,2 millones.
En Greenwich Village, las cartas en la sala suman en total 20 millones de dólares, según Jacob Salter.
Pasión para ganarse la vida
Las cartas se presentan en sobres plastificados. Las maletas tienen claves de seguridad.
La autenticidad de las cartas es certificada por firmas especializadas que las califican de 1 a 10, según criterios como su rareza y estado de conservación.
Para Vahe Hekimian, algo que comenzó como un hobby se volvió su principal fuente de ingresos.
«Es una pasión. Adoro esto. Pero lo hago también para ganar dinero», explica a la AFP.
Recientemente gastó 50.000 dólares, parte en efectivo, en una carta con la imagen de la estrella en ascenso de los Dallas Mavericks, Luka Doncic, que disputará los juegos olímpicos de Tokio con Eslovenia.
La transacción más alta de la noche supera los 90.000 dólares.
Activos «alternativos»
Un coleccionista de 44 años que se hace llamar Cage Lawyer asegura que muchas personas ven las cartas «como una categoría alternativa de activos, algo parecido al arte y a las criptomonedas. Buscan un lugar para colocar su dinero y protegerse de la inflación».
El negocio es un maná para muchas firmas de inversiones.
Alt, un fondo especializado en activos no tradicionales, que compró la carta de Curry, estima que el mercado de cartas de deportes mueve actualmente 15.000 millones de dólares.
Otra firma, Collectable, está especializada en la propiedad compartida o fraccionada de cartas y objetos deportivos de colección, una forma de inversión en pleno auge.
PWCC es una plataforma que organiza subastas de cartas de colección y administra una caja de seguridad para guardarlas. Esperan ventas por un volumen de unos 500 millones de dólares este año, el triple que en 2020.
«Estamos convencidos de que nuestro sector seguirá creciendo», asegura su director comercial, Jesse Craig.
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