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08/05/2018 12:05 PM
| Por Luis Fidhel González *

Venezuela 1948-1958, procesos electorales y cambio político

Rómulo Gallegos en la toma de posesión del gobierno en febrero de 1948, aseveró: “Yo quiero ser el presidente de la concordia” y promete “volver nuestro ejército a sus cuarteles”; develando la desconfianza o cautela de los civiles hacia los militares asumiéndose los últimos contenedores de las “tendencias populistas”.

Desde el primer momento Gallegos pareciese apoyar la estabilidad de su gobierno en el Ministro de Guerra y Marina Carlos Delgado Chaulbaud quien había departido con este en su exilio en Barcelona – España mientras el último realizaba estudios en Europa considerándolo de su confianza, desplazando o poniendo en segundo plano el apoyo político de Acción de Democrática trayendo distanciamiento con Rómulo Betancourt.

Los militares demandaban apartar la influencia de Betancourt en el gobierno debido a su identificación antiimperialista incluso comunista y desvinculación de Acción Democrática de la función gubernamental mediante reestructuración del ejecutivo por figuras independientes.

Gallegos inició un proceso de negociación que perdió pero contribuyó a desmovilizar a las masas afectas a Acción Democrática que se mostraron aparentemente radicales; se afirma que estos requerimientos fueron exigidos por un sector militar denominado Organización Militar Anticomunista (OMA) de cuyas actividades se conoce poco. Se sostiene que en 1948, las “relaciones personales entre Rómulo Gallegos – presidente de la República – Rómulo Betancourt – presidente de AD- estaban rotas”.

En abril de 1948, Gallegos ante el Congreso Nacional bosqueja su modelo de gobierno como una “democracia popular” con “fundamentos liberales del orden social” procurando “formas de equilibrio económico y justicia social…” a la vez declara no compartir la ideología comunista y combatirlo a través “… de procedimientos lícitos y además eficaces” refiriéndose “… por medio de realizaciones prácticas, positivas, concretas.”

El apoyo militar entra en crisis con el sector civil formalmente en el poder sobreviene un régimen corporativo militar concretado en un golpe de estado en noviembre de 1948, consolidándose a partir de la Constitución de 1953, eliminándose en la práctica los mecanismos de participación a través de los partidos políticos mediante su prohibición tácita. Entre los justificativos refiere a la belicosidad con que actuaban la fracción extremista de AD incitando a las masas alterar el orden público y maniobras para dominar las Fuerzas Armadas; critican a Gallegos que su condición de “excelente literato y novelista” no lo hacía apto para dirigir los destinos de la Nación al considerarlo fantaseador y creador de imágenes en abstracto.

Inmediatamente a través de Decreto Ejecutivo se ilegaliza AD, calificada por la oficialidad como “marxista blancos”. La Junta Militar consideraba al golpe de Estado 1948, el rescate y continuidad del proceso político iniciado en octubre de 1945, corrompido por AD. Se interpretó este acontecimiento como respuesta al sectarismo del “proyecto revolucionario” de 1945 – golpe de estado preventivo- a pesar que la elección de Gallegos resultó una línea moderada en relación a Betancourt.

Los líderes de COPEI, Rafael Caldera y URD, Joóvito Villalba expresaron satisfacción y justificaron su derrocamiento por el silencio guardado ante los acontecimientos interpretando el sentimiento general contra el extremismo de AD en el gobierno; se asumió esta actitud por pragmática de ambos partidos esperando participar en las elecciones prometidas por la Junta Militar ilegalizada AD.

La Junta Militar fue presidida por el ex Ministro de Guerra y Marina de la Junta Revolucionaria Cívico- Militar y del gobierno de Gallegos, Carlos Delgado Chalbaud y los generales Marcos Pérez Jiménez – ministro del Estado Mayor – y Felipe Lovera Páez – sub jefe del Estado Mayor- restituyó la Constitución de 1936 y reforma de 1945, pero acotaba mantener a discreción los adelantos progresistas de la 1947.

Disolvió los órganos legislativos – Congreso Nacional y asambleas legislativas de los estados de la Federación – se garantizó la actuación política de los otros partidos políticos: COPEI, URD incluso el Partido Comunista Venezolano (PCV) ilegalizado en 1950. Gallegos al respecto expresa: “La verdad, la ingrata verdad es ésta: la usurpación del poder llevada a cabo por la Fuerzas Armadas va encaminada forzosamente a la supresión de la actividad de los partidos políticos.

Tras el asesinato de Delgado Chalbaud en noviembre de 1950, se designa presidente a Germán Suárez Flamerich – participe de la Generación de 28 – constituyéndose la Junta de Gobierno bajo influjo de Pérez Jiménez; se decreta un estatuto electoral y autoriza el funcionamiento de algunos partidos políticos con objeto de integrar el Consejo Supremo Electoral, se conformaría por delegados de COPEI, URD, Partido Socialista de Venezuela e Independientes.

El 30 noviembre de 1952, se realizan las elecciones para representantes a la Asamblea Constituyente asegurándose que ganó por mayoría el partido Unión República Democrática – URD – pero producto del fraude cuya autoría intelectual es atribuida al ministro Laureano Vallenilla Planchart, dio el triunfo al partido oficialista Fuerza Electoral Independiente – FEI –; provocando el exilio de Villalba y la dirigencia de URD; renuncia del Presidente y vicepresidente del Consejo Supremo Electoral, Vicente Grisanti y Juan Saturno Canelón quienes no lo avalaron; los resultados aproximados manejados fueron: URD: 1.198.000, FIE: 403.000, COPEI: 306.000. En un telegrama atribuido a Pérez Jiménez remitido a Jóvito Villalba e Ignacio Arcaya aseguraba que no se reconocería el triunfo al ser producto de un acuerdo entre Acción Democrática y Partido Comunista; a pesar que Betancourt públicamente ordenó a la militancia a abstenerse de votar.

El 2 de diciembre de 1952, se disuelve la Junta de Gobierno y representantes de las Fuerzas Armadas proclaman a Marcos Pérez Jiménez Presidente Provisional de la República; posteriormente la Asamblea Constituyente aprobó la nueva Constitución el 15, de abril de 1953, proclamándolo Presidente para periodo constitucional 1953- 58; se designa nuevos magistrados de la Corte Federal y de Casación, Contralor y Procurador General de la República, cargos ejecutivos a todo nivel como diputados y senadores al Congreso Nacional y asambleas legislativas estadales conforme a la Disposición Transitoria Segunda de la Constitución de 1953.

La Constitución de 1953, preveía la celebración elecciones generales para el ejercicio del periodo 1958-1963. El 15 de diciembre de 1957, se realiza el referéndum de carácter consultivo y vinculante con objeto de proponer Marcos Pérez Jiménez continuar un periodo presidencial de 5 años; de aprobarse no solo se ratificaría al Presidente en su cargo, sino a todos miembros al Congreso Nacional, Asambleas Legislativas, Estadales y Concejos Municipales de manera automática contrariando a la Constitución de 1953, que contemplaba la elección de un nuevo presidente aunque no prohibía la reelección inmediata y otros cargos regionales y locales con participación de diversos candidatos y en elecciones directas, secretas y universales.

El candidato de consenso a la presidencia de la oposición fue Rafael Caldera; quien es detenido acusado de atentar contra la estabilidad del estado y expulsado el país. El Sí obtuvo 2.374.790 y el No: 364.182. Votos Nulos: 186.015. El 20 de diciembre de 1957; Pérez Jiménez anunció continuar en el poder, basándose en los resultados obtenidos en el plebiscito de dicho año desconocidos por los partidos opositores.

La reacción contra la dictadura de Marcos Pérez Jiménez se manifestó en el campo civil con la huelga estudiantil fundamentalmente universitaria, particularmente de la Universidad Central de Venezuela y Universidad Católica Andrés Bello el 21 de noviembre de 1957, por la juventud de Acción Democrática – Silvestre Ortiz Bucaram – Partido Comunista de Venezuela – Guillermo García Ponce – Unión Republicana Democrática – Fabricio Ojeda – Copei -Enrique Aristiguieta Gramcko- y militar con la sublevación del coronel Hugo Trejo el 1 de enero de 1958, movimientos autónomos e independientes se llevó un proceso de coincidencia y negociación destacando la labor de Oscar Centeno Lusinchi quien fuese mediador logrando unificar esfuerzos de la resistencia origino la “etapa contractual” apartando circunstancialmente diferencias ideológicas en la izquierda venezolana – AD y PCV- consolidando a la Junta Patriótica cuyos miembros militaban en la juventud de los principales partidos políticos que actuaban de manera clandestina.

* Abogado – Internacionalista

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